Maduro acabado como gobernante, sin apoyo popular, sin recursos financieros porque todo lo dilapidaron o se lo robaron, conforma el cerco a la libre expresión de los venezolanos
El cierre de las emblemáticas estaciones radiales, Mágica 99.1 FM y la 92.9 Tu FM , por parte del régimen que destruye a Venezuela no hace más que reconfirmar la naturaleza totalitaria y dictatorial de este Gobierno.
Estos medios de comunicación, independientes y plurales, han corrido la misma suerte de RCTV y una treintena de emisoras que en el pasado más reciente les fueron aplicadas las excusas de cese de la concesión, con la cual ya no debiera quedar un solo medio radioelectrónico en el país que no esté controlado por el Gobierno.
Chávez, autócrata por excelencia, odiaba a los medios de comunicación libres porque hablaban de las miserias de su régimen disoluto y corrupto. Maduro, su desventajado alumno, comunista y retrógrado, inculto e iracundo, tampoco soporta la crítica y toma acciones como la de cerrar estas dos emisoras de radio. Ya antes había ordenado la salida de las cableras a CNN en español y, últimamente, a Caracol y RCN televisión.
Las acciones de este régimen contra la libertad de expresión y los medios libres, plurales e independientes, nos recuerdan hechos similares del pasado, como los ocurridos en la Alemania nazi, la Italia fascista de Mussolini y la Inglaterra de la reina Victoria, donde se llevó a efecto una ley de medios que la puritana soberana le exigiera a los lores ingleses para evitar que la fueran a criticar en los pocos medios existentes en ese entonces, como eran el teatro, libros y folletines o postas.
Los lores fueron tan complacientes que no solamente legislaron sobre lo exigido, sino que fueron más allá y comenzaron a recoger libros que contuvieran palabras un poco subidas de tono y los incineraban en las plazas públicas. Hasta la Biblia sufrió la persecución de las ideas al suprimirle el capítulo relacionado con la huida de Lot con su esposa y dos hijas de Sodoma y Gomorra. Maduro acabado como gobernante, sin apoyo popular, sin recursos financieros, porque todo lo dilapidaron o se lo robaron, conforma el cerco a la libre expresión de los venezolanos. Quiere la hegemonía comunicacional: un solo mensaje, una sola voz.
Esta arremetida de la dictadura de Maduro es la que nos tiene que mover con mayor decisión a participar todos, absolutamente todos, quienes queremos rescatar la democracia y la vigencia de la Constitución, a seguir en las calles y a votar masivamente en las elecciones de Gobernadores del mes de octubre, y dejar en evidencia la soledad de este régimen autoritario cuando sea derrotado en las 23 gobernaciones del país.