Cervelli se complementa con los lanzadores de una manera antológica, incluso los llevó a cenar durante el spring training para conocerlos y aparte los apoya en pleno juego con factores como el framing
Finalmente, la carrera de Francisco Cervelli dio un salto importante, el merecido para un catcher que tenía mucho que mostrar, pero el infortunio o las pocas oportunidades de juego le jugaron siempre una mala pasada. Con los Piratas de Pittsburgh, la historia es otra.
En su primer año con los “bucaneros”, se ha establecido como su catcher titular y ya suma 95 juegos, la mayor cantidad de su carrera. Su subestimado bateo habla por él, al igual que sus habilidades detrás del plato y fuera del terreno.
Su promedio al bate (.307) es el segundo mejor de todas las Grandes Ligas entre receptores, justo como su porcentaje de embasado (.374) y su OPS, muestra de capacidad de embasarse y batear extrabases (.803). Pese a que tiene el octavo menor número de desafíos, ostenta la tercera mejor cifra de imparables entre colegas (101).
“Empecé desde el 1 de noviembre con la preparación física, trabajando en todo lo que es fuerza. Ahora tengo mucha confianza”, dijo Cervelli recientemente a La Verdad. “Mi sueño es ser uno de los mejores catchers del béisbol. Todos los años he tratado de hacer cosas nuevas y trabajar más en mi bateo. Seguiré con el mismo pensamiento de batear la bola al medio y de dar mis líneas”.
El carabobeño es un bateador habilidoso: su average en bolas juego (BABIP, por sus siglas en inglés) es de .373, el más alto en las Mayores para algún careta. Razón de esto es su destreza para conectar la pelota a cualquier parte del campo, pues es segundo en porcentaje de conexiones a la banda contraria (29.2 %). También solo Brian McCann (33.2 %) y Buster Posey (34.8 %) le pegan más fuerte a la esférica que el criollo (29.6 %).
Manda en el plato
Cervelli no ha dejado dudas sobre su talento como catcher. Se complementa con los lanzadores de una manera antológica, incluso los llevó a cenar durante el spring training para conocerlos y aparte los apoya en pleno juego con factores como el framing, técnica también conocida como “mascoteo”.
Entre receptores con al menos cuatro mil lanzamientos recibidos, el nativo es primero en porcentaje de strikes cantados fuera de la zona (10.7 %). Es segundo en promedio de strikes extras por juego (1.78), debajo únicamente de Tyler Flowers (1.78).
Con su WAR de 3.1, solo Buster Posey (4.9) lo supera en todas las Grandes Ligas. Esta estadística intenta apreciar el aporte de un jugador como un todo, tomando en cuenta ofensiva, defensiva y corrido de bases. El pitcheo colectivo de los Piratas es el segundo mejor en la Gran Carpa (3.16) y es tercero en la Liga Nacional en corredores retirados por influencia de los caretas (17).
Para Cervelli, es tiempo de brillar como uno de los hombres superiores en la receptoría, con el bate y con el guante. Con 29 años de edad y su octava campaña en el big show, un gran escenario -que comenzaría con una eventual postemporada de Pittsburgh- le espera.