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Hace apenas unos días la nación entera, y el mundo también, presenciaron abismados, cómo el manirroto gobierno de Nicolás Maduro gastaba los dólares del país, rindiéndole un homenaje al iniciador de la debacle de Venezuela, Hugo Chávez Frías, para lo cual organizó una conferencia del Alba, una de las tantas creaciones del fallecido que sólo ha sido buena para los países beneficiarios de nuestro dinero, cuyas delegaciones asistentes se especula, vinieron con los gastos pagos como única forma de asistir al sarao.
Ya está demás, -porque todos los venezolanos lo saben-, preguntarse qué coño le celebran a este hombre enfermo de poder que promovió dos cruentos y fallidos golpes de Estado, durante los cuales murieron cientos de soldados y oficiales de la Fuerza Armada y efectivos de otros cuerpos policiales, así como civiles inocentes en medio de la balacera.
Cómo pueden hablar de un presunto legado de un elemento como Hugo Chávez, que fue capaz de congeniar con las guerrillas y grupos terroristas del mundo que sólo llevan consigo destrucción y muerte, pero que prefirió dilapidar miles de millones de dólares resolviendo problemas de vivienda, de servicios públicos fundamentales, en otras latitudes, mientras en Venezuela el pueblo carecía de éstos
Cómo pueden rendirle homenaje, a un tipo que demostró una ambición extrema de poder violentando desde la propia Constitución nacional, hasta la voluntad de todo un pueblo que le dijo NO a sus aspiraciones de eternizarse en el Gobierno.
Pero dejemos de un lado al difunto que ya como que ni vale la pena hablar de él, porque es un muy mal recuerdo para el pueblo venezolano, que estoy seguro, derribará en su momento oportuno, la estatuas que por doquier le han levantado.
Lo verdaderamente criticable de la acción de Maduro con la zarabanda revolucionaria, es que aquí la gente se está muriendo de hambre, porque el régimen ha desatado la inflación más horrenda que haya podido existir en algún país del mundo, en cualquier tiempo, y lo que gana un trabajador que devenga salario mínimo (Bs. 1.330 diario), que es la mayoría, no alcanza ni para un desayuno de dos empanadas.
Lo que causa dolor con el despilfarro de dólares para homenajear a Chávez, es que en este país la gente se muere de mengua en los hospitales y en sus casas, por la falta de las divisas norteamericanas para importar materia prima para producir los medicamentos esenciales, que requieren las personas que se enferman para poder sanarse de sus enfermedades y sucumben a las mismas.