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Las 3 “R” del chavismo darán sus frutos mañana. Tres días de intensas reuniones entre la dirección nacional del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), junto a los diputados electos a la Asamblea Nacional y los candidatos perdedores del 6-D serán decisivos para la revisión, rectificación y reimpulso del movimiento revolucionario, que sufrió su peor caída en las elecciones parlamentarias.
El encuentro que comenzó ayer, como lo adelantó el excandidato zuliano Fidel Madroñero, será el momento para “abrir la lavandería” y sacar los “trapitos sucios”. Fuentes ligadas al PSUV aseguran a este rotativo que el nuevo gabinete ministerial y las directrices del ahora bloque minoritario chavista, dependen de las verdades y los acuerdos que puedan tomarse a lo interno de una tolda fracturada por el triunfo de la oposición y duras críticas de tres de sus antiguos militantes.
“Reestructurar es lo mínimo que puede hacer, el asunto es que si lo hace en los mismos términos que lo ha hecho hasta ahora, lo que va a generar es una decepción”, analiza el politólogo Nicmer Evans en entrevista telefónica con La Verdad.
Para el analista, exmilitante del partido rojo, un cambio de gabinete implica “que salgan todos y que no coloque a ninguno de los que tiene hasta el momento, que haya una renovación de ideas en el gabinete”.
Por eso cuestiona la posibilidad de incorporar en cargos ministeriales, a candidatos perdedores en las elecciones parlamentarias, o incluso, diputados electos que no se incorporarán al Poder Legislativo para sumarse al Gobierno.
“Si eso es verdad no se entendió nada, porque si tú vas a poner al mismo o a los que causaron la derrota o a los que descalificaron a la crítica y pretendieron engañar a la gente, la voluntad de transformación a lo interno queda absolutamente negada, por más que cambie el 100 por ciento del gabinete”.