El chavismo se debilitó, se encuentra sin apoyo popular, con repudio internacional, con aliados solo interesados en nuestras riquezas y día a día más aislado, afronta el desastre nación que él mismo ha creado por toxicidad ideológica
Es obvio suponer que quien instaló recientemente una ANC 100 % suya, quien tiene 19 gobernaciones de 23 y más de 300 alcaldías se encuentra robustecido, más fuerte que nunca y ello es absolutamente falso, explicamos el porqué de esta inequívoca afirmación:
En primer lugar, no debemos olvidar el cómo se desarrollaron los presuntos hechos electorales que le permitieron al chavismo hacerse de estos cargos de elección popular. La ANC solo fue posible en la forma propuesta por Maduro vía a una interpretación del TSJ adepto al Gobierno; se obvió consultarle al dueño de la Constitución si quería una nueva o modificarla, aparte, el Gobierno impuso candidatos, electores y, según Smartmatic, resultados.
En segundo lugar, las regionales significaron la continuación al irrespeto a la sacritud del voto, se inhabilitaron candidatos, el CNE (progobierno también) evitó la sustitución de candidaturas opositoras que buscaban consenso, se migraron votantes y centros de votación faltando pocos días para el evento, en fin, todo ello redundó en el desánimo de los venezolanos, una alta abstención promovida por el chavismo y sus instituciones le permitió apoderarse de la mayoría de las entidades federales.
En tercer lugar las municipales, cuya característica fue la apatía, ni siquiera la esclavitud electoral diseñada por el Gobierno a través del chantaje, la amenaza, la presión, de las presuntas “políticas sociales” lograron motivar al voto, la baja participación le redituó en otro espejismo de triunfo al Gobierno, con otro proceso plagado de todas las artimañas de sus pares anteriores.
Estas tres “elecciones” estuvieron signadas por el uso y abuso de los recursos del Estado a favor del PSUV, por la violación no solamente de las leyes electorales sino de la Constitución y de todos los preceptos democráticos. Tenemos un Gobierno con excesivo poder pero sin autoridad, pues la autoridad deriva de las virtudes; el Gobierno solo puede sostenerse a través de todo tipo de violencia permitida por las instituciones que deberían ser de los venezolanos y hoy son franquicias del PSUV.
Luego de estos tres procesos el chavismo se debilitó, se encuentra sin apoyo popular, con repudio internacional, con aliados solo interesados en nuestras riquezas y día a día más aislado, afronta el desastre nación que él mismo ha creado por toxicidad ideológica, al negarse aceptar su fracaso ante el temor certero a pagar por sus pecados no endosables. La prefabricada y endeble ilusión de triunfo no sirve para remediar la tragedia país que empeora día a día, la paciencia del venezolano se agota.