
Choferes
Cuando el colector grita: “Pasaje en mano, 400 bolos, sin chistecito”, la incomodidad aparece en el pasillo del bus de Buena Vista. En voz baja la gente comienza a murmurar. Gerardo Urdaneta, soltó: “A la ve... y que 400 bolos, ese no es el pasaje chamo, están ilegales porque ya los mismos transportistas dijeron que volvieran al pasaje aprobado, quieren hacer lo que les da la gana”.
La reacción del hombre que trabaja como albañil desató la furia del chofer quien tajante respondió: “Vos creéis que después que cobramos 400 nos vamos a devolver a 300, no mijo el pasaje se queda así, te guste o no y si no, no te montéis más y caminá desde tu casa hasta el centro a ver si vais a aguantar”.
La misma disputa se repite en las más de 80 líneas que convergen en el centro de Maracaibo. El pasado 16 de junio los gremios del transporte se reunieron con el IMTCUMA para exigir un nuevo ajuste en la tarifa, tras varias discusiones la paramunicipal aprobó: En buses y microbuses pasó de 200 bolívares a Bs. 300, al igual que la modalidad de los carros por puesto en el trayecto corto, que estaban en Bs. 200 y sería también de 300. Mientras que el largo quedó en 400 bolívares. Sin embargo, la “quiebra” del sector transporte y el aumento del salario mínimo llevó a los transportistas a presionar por tercera vez el IMTCUMA para un nuevo ajuste, una semana después.
Ante la negativa del instituto, los choferes se declararon en rebeldía y comenzaron a cobrar 400 bolívares en autobuses y carros por puesto ruta corte y 600 para la ruta larga. Esta semana la directiva de la Dirección Única de Transporte le pidió a sus agremiados regresar a la tarifa aprobada, debido a que la primera semana de agosto se sentaran de nuevo a discutir un ajuste en la tarifa, pero la situación se les salió de las manos, pues los choferes no quieren cobrar menos de 400 y 600 bolívares.
Abusador y abusado
Giovanni Mejía, chofer de Veritas, dijo: “No podemos cobrar menos cuando nos dejaron cobrar una tarifa por encima de lo aprobado, claro estamos fuera de la ley, pero ese es el problema, que aquí no hay ley y uno hace lo que le place”. Mientras los choferes se mantienen fuera del margen, los usuarios siguen sufriendo “el juego político” de los directivos.
Así lo calificó Majorie Castro: “Ellos presionan porque aumentan la gasolina, porque aumentan el sueldo, porque aumentan el aceite, por los cauchos, por todo, pero uno nada más tiene el piche sueldo que se le va en pasajes, yo me agarro con ellos y si es posible no me monto, pero 400 no les pago porque no me da la gana de que se abuse”.
Tomar un carro por puesto o un autobús en Maracaibo es motivo de disgusto y sinónimo de abuso y descontrol. “Además que uno va como sardina en lata, que se tiene que calar la música a todo volumen, llegas tarde, cansado de tanto golpe y pisón, también nos tenemos que dejar abusar con el pasaje, no mija, hasta cuándo nos vamos a dejar”, criticó Marcos Prieto, usuario de la ruta San Jacinto.
Sacrifico
Entre 2016 y 2017, el pasaje en Maracaibo aumentó mil 233 % debido a la creciente especulación en los precios. El incremento del pasaje urbano está impulsado por la escalada inflacionaria, calculada por encima del 700 por ciento para este año, eso provoca el aumento del valor de los repuestos e insumos que además no se consiguen con facilidad en el mercado.