Durante la última semana, los malhechores cargaron con las cosas en tres ocasiones y causaron destrozos. De miércoles para jueves saltaron la cerca y desprendieron una reja de tres metros de largo que fungía como ventana en el aula 6. Dejaron desprovisto el salón y permitieron con “total facilidad” el ingreso de más maleantes al plantel
Cada vez que cae la noche, quienes hacen vida dentro de la unidad educativa José Ramón Yépez, en la calle 85 Falcón, piensan que cuando regresen no conseguirán los ventiladores, aires, sillas e incluso rejas, tras el “asalto” de los delincuentes que arremeten contra la institución, quienes llevan todo a su paso.
Durante la última semana, los malhechores cargaron con las cosas en tres ocasiones y causaron destrozos. De miércoles para jueves saltaron la cerca y desprendieron una reja de tres metros de largo que fungía como ventana en el aula 6. Dejaron desprovisto el salón y permitieron con “total facilidad” el ingreso de más maleantes al plantel.
En medio del asalto, destrozaron los cajones y dos aires acondicionados para arrebatarles la unidad, al igual que sucedió con el filtro de agua que permitía la hidratación de todo el universo de estudiantes, directivos, obreros, profesores y administrativos, que desarrollan sus actividades en el lugar. Utensilios de mantenimiento también fueron hurtados.
Sin remordimiento
Como “no bastó” con esos desmanes, de jueves para viernes “volvieron a meterse”, pero estos se “sorprendieron” al encontrar que la puerta del salón fue sellada por fuera con tubos y soldaduras, lo que impedía su paso. La reja fue hallada por los obreros en un terreno baldío cerca del lugar, sin embargo, estos decidieron guardarla hasta contar con los recursos para colocarla.
Esta situación no detuvo a los hampones que decidieron hacer un boquete en la pared del salón de profesores para introducirse al liceo. En la incursión desprendieron dos ventiladores de techo y ocho bombillos fluorescentes, además de material didáctico. “Sin temor” y la misma noche, abrieron otro hueco, pero no pudieron pasar debido a que un estante se los impidió.
Con las “manos aún vacías”, la madrugada del domingo regresaron por lo que les “faltó”. Abrieron otra “tronera” y destrozaron uno de los aires acondicionados. Fátima Cepeda, directora del plantel, reiteró que se “llevan lo poco que tienen” y las autoridades “están al tanto” de la situación porque en “múltiples” ocasiones colocaron las denuncias.
Históricamente azotados
La unidad educativa, con más de 66 años de fundación, fue blanco del hampa en reiteradas oportunidades y lapsos de tiempo. Hace un mes, se llevaron un peso, el cableado de electricidad, CANTV y una bomba de agua de cinco caballos. Todo esto causó que las autoridades decidan guardar pizarras, sillas, carteleras e incluso los ventiladores de techo. A falta de la bomba, ocho baños del segundo piso fueron clausurados y lo “poco” repuesto es “gracias” a la autogestión.
Al no contar con resguardo policial y tener un vigilante “sin nada”, las autoridades temen quedar sin nada. Representantes de la institución hicieron un llamado tanto a las autoridades como a la comunidad para que este sea resguardado y no continúen sucediendo estas situaciones. “Las pérdidas son millonarias y todos debemos querer y cuidar el liceo. Tememos que entre lo que queda de mes y agosto, terminen de mudarnos”, sentenció la subdirectora del plantel”.