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A la hora del almuerzo, una comisión de la Policía científica liquidó al homicida del comisario Manuel Chirinos en el municipio Jesús Enrique Lossada. Adilmo Antonio Galbán (25), apodado el “Papicanilla”, pertenecía a la banda de “Antony Propiedad” y el “Marquito”, dedicada al robo de vehículos en Zulia.
El rastreo del matapolicías se extendió hasta el sector Lo de Doria. Las detonaciones alarmaron a cientos de curiosos en la barriada arenosa. Todos se amontonaron ayer para conocer la situación. El sol inclemente no los doblegó y estuvieron más de dos horas alrededor de la vivienda, mientras los oficiales levantaban la escena del suceso.
Un tío de la víctima denunció que Galbán reparaba un aire acondicionado en el fondo de su inmueble cuando los policías irrumpieron en la casa y lo mataron “porque les dio la gana”. Dijo que su sobrino laboraba en una carnicería, pero los cuerpos de seguridad lo relacionaban con el homicidio de un funcionario de ese cuerpo de seguridad, perpetrado el 28 de noviembre de 2016. El Juzgado 2.° de Control lo solicitaba.
Un detective ligado al caso detalló que tenían días tras la pista, sabían que no contaba con una residencia fija, pero sí que estaba rondando por el sector. Montaron cacería y lo encontraron.
A las 3.15 de la tarde un oficial dio la orden para que montaran un Chevrolet, Aveo, negro, en una grúa. Los vecinos comentaron que el auto era propiedad de Adilmo. Dos minutos más tarde salieron en caravana, tres patrullas, la grúa y tres carros particulares. En ese momento los allegados y vecinos corrieron hasta la casa rosada.
La puerta principal estaba cerrada y desde el interior se escuchaban los gritos desconsolados de una dama que lamentaba lo sucedido. La situación no estaba clara, el rumor de que dos hombres más estuviesen heridos rodaba entre los averiguadores. En medio del desespero a una dama le preguntaron por “Raulito” y el “Catire”, esta respondió que se los habían llevado y que el “Catire” no iba herido.