Cien años de soledad en comiquitas

En honor al hombre que hizo del periodismo el mejor oficio del mundo, Óscar Pantoja, escritor colombiano, guionista de cómics y cineasta hace del realismo mágico de Gabriel García Márquez, una novela gráfica: Gabo, memorias de una vida mágica

Esta obra es una especie de novela gráfica y biográfica en la que Óscar Pantoja logra contar cómo fue el proceso creativo de Gabriel García Márquez para escribir Cien años de soledad.“Gabo duró de 20 a 22 años con el libro en la espalda y llevando todo en la cabeza hasta que llega ese día que se mandó de vacaciones por la carretera de Acapulco y le viene la epifanía. Entonces, esa epifanía no fue de un mes, es de una maduración. A mí me encanta ese proceso creativo infabuloso (sic) de un artista. ¡Ese proceso creativo en el que se gastó 20 años! Y reventó. Pero en esos 20 años construyó otras novelas para llegar a esa novela”.

En la investigación que realizó Pantoja descubrió que García Márquez había ganado un premio en Venezuela y con el dinero que le dieron se compró un carro. La familia no estaba bien económicamente, pero a pesar de eso decidió comprarse un carro. “El hecho fue real. Esa decisión loca lo lleva a la decisión más firme que es escribir Cien años de soledad”.

Realismo mágico

Óscar Pantoja explica cómo nació la idea de hacer un libro gráfico sobre el más grande, Gabriel García Márquez. “Mi editor, John Naranjo, a quien conozco desde un taller de escritura, un día me llama y me dice: “Óscar, quiero que haga el cómic de Gabo”. Y eso ya es un golpe que recibí. “¿Cómo? ¡Cómic! ¿Qué?”. Y desde ese momento hasta cuatro meses después, porque fue un proceso relativamente corto. Fue la emoción de hacer esto. Yo creo que si en este momento, bajo otras circunstancias, me piden hacer un guion, yo ya no podría hacerlo en solo cuatro meses, pues el impulso y la emoción no serían los mismos. Era la emoción de hacer algo nuevo en términos de literatura gráfica, de cómic, de hacer un libro que todavía no estaba hecho”.

El guionista explica que el proceso creativo del guion fue muy divertido. Su mesa estaba llena de libros que luego soltaba y debía inventar alguna secuencia que nunca había existido, como por ejemplo, el nacimiento de Gabo. Pantoja comenta que nada de eso estaba registrado ni nadie tenía esa información, para él fue como un salto al vacío, salto que hizo que la construcción del libro fuese tan amena. 

En las manos de los dibujantes

“Miguel Bustos fue el primer dibujante y tenía el duro trabajo de enfrentar el 50 % del libro, pero en mi afán yo escribí cerca de mil 600 viñetas. El libro tenía más páginas. Así que tuvimos que sacar escenas. El libro tenía 200 páginas, aproximadamente. Se sobrepasó la expectativa del dibujante y se estaba atrasando en el trabajo”. 

Es así como al editor John Naranjo se le ocurrió la idea de colocar más dibujantes y la idea de los colores, los cuales tenían una connotación psicológica: el amarillo, la calidez y la infancia; el azul, los años difíciles; el rojo, lo más sanguíneo, lo más vital cuando tiene a sus hijos y cuando empieza a escribir Cien años de soledad”, y el verde, el color esperanza cuando recibe el Premio Nobel. “Cayó de perlas. Fue difícil, pues había que trabajar con los tiempos, ritmos y todo lo que necesitaban esos artistas: cuatro al inicio y luego tres.

Es que el tercer dibujante, Felipe Camargo, se enfermó de la mano por estar tan tenso de la responsabilidad. Entonces para el lanzamiento tuvimos que contar con este cuarto ilustrador, Julián Naranjo. En las ediciones posteriores, Felipe culminó el trabajo”.

Para Óscar Pantoja la vida de Gabo es real y maravillosa. “Un niño que nace en uno de los pueblos más pobres y deprimidos de la zona del Caribe -y que se mantiene igual- y que termina recibiendo un premio de manos de un rey, esa es una historia que se debe contar”. 

Gabo es…

Sinónimo de escritor, disciplina, tesón, resistencia y terquedad para llegar. No hay otra razón para que de Aracataca salga un niño con la técnica y el arte que él tuvo”. Óscar Pantoja

Vida mágica

La muerte de Gabo lleva a revisar su obra y en esa revisión puede caer este libro. Está traducido a 15 idiomas y es la novela gráfica más vendida de Colombia.