El compromiso universitario sigue estando firme y presente en cada uno de sus miembros, quienes hacen sus mejores y mayores esfuerzos para mantener la calidad de la educación, la investigación científica y sus aportes al desarrollo
En las universidades están los cimientos para hacer ciencia a través de la educación y la investigación. En estos recintos la dimensión científica adquiere un rango relevante en la comunidad y se proyecta como parte del desarrollo y crecimiento de toda la sociedad, considerándose un instrumento de paz para el futuro sostenido.
El 10 de noviembre de cada año se celebra el Día Mundial de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo, declarado de esta forma por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) con el propósito de dar a conocer los avances en estos ámbitos y establecer el acercamiento entre científicos y sociedad.
Este año coincide con la celebración del 70 aniversario de la proclamación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en cuyo artículo 27 se reconoce el derecho a la ciencia, procurando que todos tengan acceso a ella, se beneficien y propaguen sus ventajas para el desarrollo. Todos los seres humanos nos beneficiamos de los resultados de la ciencia y esta nos permite comprender la fragilidad del planeta, nuestra casa grande.
Una nación que atiende la ciencia, busca el desarrollo y contribuye a la paz. Por ello, las universidades son los espacios idóneos para que los académicos y estudiantes investiguen, produzcan ciencia y la proyecten en beneficio de la sociedad global.
En la Universidad del Zulia este derecho a la ciencia se ha visto vulnerado en los últimos años con la disminución presupuestaria para este fin, colapsando los laboratorios, se han minimizado o desaparecido las posibilidades de publicaciones de revistas y textos resultantes de investigaciones, impidiendo que se consolide uno de los fines de la educación referidos a las investigaciones científicas.
El compromiso universitario sigue estando firme y presente en cada uno de sus miembros, quienes hacen sus mejores y mayores esfuerzos para mantener la calidad de la educación, la investigación científica y sus aportes al desarrollo. Es difícil en una crisis tan profunda, pero los valores que sustentan nuestra comunidad son loables y hacen frente a las vicisitudes extremas para sostener la ciencia. Confiemos sea un sendero oscuro de la historia que nos toca vivir y muy pronto en LUZ la ciencia siga siendo la protagonista de otrora.