Las expectativas que generan las grandes producciones de Hollywood y no cumplen con lo exigido por el cinéfilo, se convierten en los grandes fracasos del cine por la floja trama
Hay películas que tardan en arrancar y hasta que no pasa media hora, no consiguen atrapar al cinéfilo, pero al final te dejan un buen sabor de boca. Otras cintas, por sus tráilers y pósters generan la mayor expectativa, parten de una gran idea y/o tienen un inicio arrollador, pero acaban convirtiéndose en un fiasco en el camino, dejando la peor sensación posible.
Distintos portales web especializados en cine, se centraron en los largometrajes que, si bien parecía que prometían un gran espectáculo, no fueron lo que se esperaba y terminaron decepcionando a los seguidores de la pantalla grande.
De este gran mal no está a salvo ningún género cinematográfico, ni el terror, ni la acción, ni siquiera el de superhéroes. En el top cinco entraron nombres importantes que, si bien tuvieron buenos ingresos por taquilla –algunos-, no cumplieron.
La Momia (2017)
Muy poco tiene que ver con la trilogía de Brendan Fraser. Aun así, el hecho de ver a Tom Cruise explorando tumbas no sonaba del todo mal, hasta que se muestra en acción. Y es que todo va de mal en peor una vez que Cruise muere y vuelve a la vida de forma misteriosa. Una mezcla de flashbacks sin sentido, una interesante pero fallida introducción al personaje de Russell Crowe y una momia -Ahmanet- poco pasable.
Batman vs Superman: El Origen de la Justicia (2016)
Levantó grandes expectativas porque significaba ver a dos de los superhéroes más famosos de la historia enfrentarse entre sí. No obstante, a pesar de que sí contentó a un sector de fans, el resultado no fue el esperado, quedando una película confusa en la que nunca se supo muy bien ni por qué empezaron a pelear ni por qué pararon.
El Sorprendente Hombre Araña 2: La Amenaza de Electro (2014)
Los tráilers anticipaban a un nuevo e interesante villano como era Electro, así como ver de nuevo en pantalla a Harry Osborn, pero, a pesar de su buena recaudación, la cinta significó el fin del Spider-Man de Andrew Garfield. La trama se pierde en sus propias subtramas por momentos, contando lo mismo que en la trilogía de Tobey Maguire y resultando en una escena trágica con Gwen Stacy que no era necesaria a esas alturas de la película.
El Hobbit: La Batalla de los Cinco Ejércitos (2014)
Algo no funciona cuando en una película de casi tres horas lo mejor pasa en los primeros 10 minutos. La Desolación de Smaug (2013) generó expectativas al liberar al peligroso dragón, pero la decepción llegó cuando empezó la tercera entrega. Una vez que Bardo (Luke Evans) mata a Smaug, poco se puede decir a favor del filme. Salvo por varios momentos decentes que aparecen de forma esporádica, como la batalla final en sí misma.
Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal (2008)
Es la cuarta entrega de la saga protagonizada por Harrison Ford y es considerada por muchos la peor de todas. Aunque tiene un comienzo prometedor en el que se ve el Arca Perdida y al viejo Indy en toda su gloria a pesar de su edad, todo empieza a ir mal a partir de ahí. Puede que el soso argumento no diera buena espina, pero las situaciones surrealistas con alienígenas y los personajes sobrantes hicieron el resto.