Cinco poderes, cero democracia

Desde el 21 de mayo Venezuela perderá su Presidente, de los cinco poderes nacionales contemplados en la hoy moribunda Constitución del 99, solo quedan dos. De los dos poderes nacionales restantes, el Electoral es cuestionado dentro y fuera del país por su permisibilidad y obediencia al régimen

“Dime de qué presumes y te diré de qué careces” gran sabiduría popular aplicable al chavismo y su dantesco paso por nuestra historia. Cinco poderes públicos, propuso esta mentalidad los mismos que fueron insertados en la nueva Constitución. A pesar de contar con múltiples poderes públicos, los venezolanos hemos atestiguado cómo el pueblo no puede contar con ellos, éstos se han sometido al Presidente, a su partido… primero con Chávez, ahora con Maduro.

Al perder el Poder Legislativo en 2015, en sus últimos días, la AN roja rojita nombró un TSJ express, pasando por encima de todo el procedimiento establecido, lo hicieron para evitar que la nueva AN lo escogiese de conformidad a la Constitución, y así conservar el control de este vital poder.

Ahora bien, el 20-M se celebrarán unas presidenciales rechazadas por más del 70 % de los venezolanos, objetadas por las principales naciones y organizaciones del planeta; se ha dicho que no se reconocerá al candidato electo, argumentan que éstas violan toda la normativa constitucional y todo precepto democrático, es decir, desde el 21 de mayo Venezuela perderá su Presidente, de los cinco poderes nacionales contemplados en la hoy moribunda Constitución del 99, solo quedan dos.

De los dos poderes nacionales restantes, el Electoral es cuestionado dentro y fuera del país por su permisibilidad y obediencia al régimen, hasta el extremo de no reconocérsele los últimos procesos electorales consumados, condición signada desde que Smartmatic cuestionó los números finales que la rectora Lucena anunciara en la constituyente. El otro poder, el Ciudadano, cuenta con titulares impuestos por la ANC, tan es así que la comunidad internacional tampoco acredita sus actuaciones, la agridulce Luisa Ortega Díaz es a quien reconocen como Fiscal General de la República, no al exdiputado y exgobernador chavista abogado William Tarek Saab.

Mientras en el mundo solo tres poderes apegados a la ley dan sustento a las democracias más estables a las naciones más prósperas, en Venezuela cinco dan lugar a una democracia demolida. Quienes dirigen estos poderes carecen de valores y principios democráticos, hacen de la ley un realismo mágico. Por eso, entre otras cosas, somos el país con más elecciones en los últimos 20 años, al mismo tiempo, somos el país con menor democracia, con un pueblo asfixiado por controles, racionamientos, condicionantes a sus derechos y libertades.

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