Circo romano

Seguimos siendo por lo visto los actores de ese macabro circo que tiene a Venezuela convertida en una gran arena donde todos luchamos por sobrevivir, lo que nos convoca, a unirnos por el país y construir entre todos alternativas y soluciones para el cambio

El Circo romano era el lugar lúdico público más importante de la antigua Roma, pero el mismo tenía unas implicaciones político sociales de primera línea dentro del imperio. Su misión era clara, desviar la atención de la población con show públicos. Algo similar ocurre en el país, con sufrimiento colectivo como resultado del circo socialista y revolucionario. 

En la actualidad, después de muchos años de historia, ha resurgido en Venezuela una especie de circo romano, con connotaciones muy peligrosas para la sociedad y el país en general. Se trata de mantener distraído al pueblo con dádivas del petróleo que nos pertenece a todos, sin que desde el Gobierno se atiendan los reales problemas que afectan a todo un pueblo, y que todos conocemos y vivimos. 

Pero cada vez la situación se complica, y es aún más precaria, mientras los emperadores disfrutan de los beneficios del poder desde su elevada tribuna. Es una especie de seguidilla interminable. Uno va dejando en olvido el anterior escándalo, y mientras tanto el pueblo sigue sin gobierno. Solo se piensa en un nuevo circo, con adelantos de elecciones presidenciales amañadas, que en nada benefician al pueblo; pero sí a los emperadores de turno.

Tuvo el Gobierno una oportunidad de oro de reivindicarse con el país y conseguir soluciones consensuadas entre todos los venezolanos para salir de esta terrible crisis en ocasión a las negociaciones llevadas a cabo en República Dominicana con los factores de oposición de Venezuela, con facilitación internacional. 

Pero el bienestar de la población no es el objetivo primario para la revolución; mientras se negociaban condiciones y garantías electorales, ayuda humanitaria, libertades y otros derechos que están consagrados en nuestra Constitución, de manera artera aquí estaban adelantando de forma ilegal fechas de elecciones, se llevó a cabo otra maxidevaluación a través del nuevo Dicom y se utilizó dicha mesa de negociación para difundir informaciones sesgadas y tergiversando los resultados del diálogo para profundizar las divisiones entre opositores. Sin importar la observación internacional, el Gobierno sigue con su plan contra la democracia; ellos han hecho un circo de la mesa de negociación.

Seguimos siendo por lo visto los actores de ese macabro circo que tiene a Venezuela convertida en una gran arena donde todos luchamos por sobrevivir, lo que nos convoca a unirnos por el país y construir entre todos alternativas y soluciones para el cambio.