Ciudadanos dan la batalla

(Foto: La Verdad)

Seis mil episodios de protestas en todo el país suman estos meses de resistencia

Los ciudadanos son el grueso país que desde el 1 de abril decidieron salir a la calle a protestar en contra del gobierno de Nicolás Maduro. Las sentencias 155 y 156 de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que despojan a la Asamblea Nacional (AN) de sus competencias y vulneran la inmunidad de los diputados fue la gota que rebasó el vaso.

Guerreros, partidos políticos y sociedad civil son los actores que protagonizan las líneas que se escriben actualmente de la historia de Venezuela. En conjunto componen la línea de protesta en la que cada uno desde su lugar aporta un grano de arena en la lucha emprendida hace más de tres meses por lo que califica como la opción para “recobrar la democracia en el país”.

Oswaldo Ramírez, director de la firma Orc Consultores, explica que según el monitoreo que hacen de las protestas en el país, quienes suelen ir de primero, la mayoría de las veces en los arranques de las marchas, son los políticos. Incluso a la hora de llegar a los piquetes de los organismos de seguridad del Estado, luego toda “la gran sociedad” y de último surgen los llamados escuderos, guerreros o libertadores que se asoman cuando comienza la represión.

Para Ramírez, en estos 100 días de manifestaciones, hay dos grandes momentos: uno muy claro de gran concentración de personas, de protestas prácticamente de cuadras y cuadras, de kilómetros, donde los ciudadanos pelean por la democracia y un segundo momento, donde quizás la protesta es mucho más pequeña y atomizada, pero es igual de efectiva porque sigue logrando los objetivos políticos planteados.

Por ejemplo, los “trancones” que en los últimos nueve días tuvo cuatro episodios. Protesta atomizada El consultor de estrategia precisa que la protesta atomizada también incide porque efectivamente demuestra que tiene capacidad de organización, porque la gente asiste a las convocatorias muy grandes y a las pequeñas constituidas por pocas personas. “Esto hace pensar a la gente que la calle se está apagando y no es así realmente, sino que tiene que ver con la capacidad de respuesta de las personas en múltiples escenarios. La disposición a protestar está allí, se ha materializado y al menos, más de la mitad del país ha logrado salir a protestar aunque sea una vez en los últimos tres meses”.

Ramírez destaca que en el mapa de conflictividad social del país que maneja de estos meses, registra más de seis mil episodios de protesta. “No hay una población en Venezuela que no haya protestado en estos 100 días ni una sola vez”, porque la situación de inconformidad que principalmente es por razones políticas desde que inició el conflicto no solo es en contra del Gobierno, sino por temas de políticas públicas.

“De cierta forma todas las convocatorias han logrado su cometido de mantener la protesta viva en este tiempo”.

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