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El filósofo alemán Jürgen Habermas de la Escuela de Frankfurt, es el autor de una tesis que los estudiantes de Filosofía y Comunicación Social del mundo occidental estudian en sus pensa: La Teoría de la Acción Comunicativa.
Habermas define la acción Comunicativa como un diálogo racional o argumentado con el que se intenta alcanzar convicciones intersubjetivas en base a los mejores argumentos. Contiene siete postulados fundamentales, siendo el segundo postulado al que nos vamos a referir hoy.
Habida cuenta de la diatriba que está generando el nuevo encuentro entre el oficialismo y la MUD en República Dominicana, en procura de alcanzar un acuerdo serio, formal y concreto, la Teoría de la Acción Comunicativa de Habermas se torna ahora más pertinente, de sobremanera, en su numeral segundo que señala: “Que entre los participantes exista una disposición anímica de alcanzar un acuerdo”.
Las interrogantes que surgen de inmediato son las siguientes: ¿Está el régimen madurista en verdad preparado, teniendo la disposición anímica de alcanzar un acuerdo serio, verídico concreto?, ¿tiene la disposición mental sincera para alcanzar un acuerdo de convivencia práctica, constitucional y legítima?
Las respuestas a las interrogantes formuladas continúan en suspenso total, a pesar de que ellas son una cuestión determinante para el logro de la paz y la reconciliación entre los venezolanos. Los preacuerdos que se habían alcanzado en el diálogo de noviembre de 2016 con la intermediación del representante del Vaticano, monseñor Parolín, siguen paralizados y en moratoria. Están sin ser resueltas las cuestiones básicas en lo político, económico y social, que provocaron la grave crisis y hambruna que abate a Venezuela.
¿Qué desea y espera del Gobierno la mayoría de la población en el país?, ¿socialismo o democracia?, ¿estatismo y corporativismo o libre mercado y amplias libertades económicas e individuales con las debidas garantías señaladas en la Carta Magna de 1999? ¿Confrontación permanente, insultos y odio, elecciones dudosas, cadenas interminables o el respeto a la ley, la paz, el entenderse la gente, lo justo y la justicia imparcial?
Todas estas cuestiones básicas necesitan ser urgentemente consideradas, puesto que el hambre no espera y los medicamentos y necesidades del pueblo tampoco. De la implementación y ejecución inmediata de las cuestiones básicas que se plantean en las interrogantes arriba planteadas, dependerá la suerte, el éxito o el rotundo fracaso de esta nueva ronda de negociaciones en Santo Domingo.-