Cobran para sellar la compra

Para la distribuciu00f3n de alimentos hay un programa de colocaciones

Pide a Carlos Osorio, ministro de Alimentación, y al gobernador Francisco Arias Cárdenas que “evalúen la situación” y retornar a la venta por cédulas

Los consejos comunales que integran el Consejo Popular de Abastecimiento y Producción (CPAP) rozan con las funciones de los trabajadores de supermercados. José Araujo, vocero de un sindicato de empleados de supermercados, pide a la Gobernación del Zulia “meterle la lupa al Consejo. Ellos vienen no a hacer lo que determinó el ministro, que es el control de la cola y surtimiento, sino a atropellar y buscar el acoso y presión con el trabajador”.

Explica que al comienzo del plan de acción de los miembros de las organizaciones sociales se presentaron inconvenientes. Con el diálogo se “solventaron”, pero hay diferencias con los procesos que adoptan. “Nosotros dependemos del Ministerio (de Alimentación). Somos parte del Gobierno. Venimos mejorando muchos beneficios. Con lo que vendemos sostenemos la empresa”, recalca para acentuar “injusticias” de los miembros del CPAP.

Pide a Carlos Osorio, ministro de Alimentación, y al gobernador Francisco Arias Cárdenas que “evalúen la situación” y retornar a la venta por cédulas, porque la distribución por parroquias con aprobación de los consejos comunales deja a familias por fuera. En Abasto Bicentenario 5 de Julio se surten a habitantes de Chiquinquirá y Bolívar. Solo 50 personas por 24 organizaciones se autorizan.

El vocero del Sindicato de empleados de Supermercados, sus Similares, Afines y Conexos de Zulia, Falcón y Mérida recuerda dos casos además de las diferencias que mantiene con los dirigentes del consejo. Los comunales cobran “50 bolívares por cada sello” a la copia de identidad que deben presentar para la venta controlada de productos regulados. Acusa que hace dos semanas una de los voceras permitió el pase de familiares con “cédulas falsas”. “Las suspendieron y las otras personas están presas”.

Para la distribución de alimentos hay un programa de colocaciones. Dos parroquias por Bicentenario. Cada una de las sucursales tiene dos jurisdicciones. Araujo señala que hay más parroquias que supermercados, a las que no atienden con venta en tienda sino con operativos a cielo abierto.

Surge una crítica al detallar que los consejos comunales de Chiquinquirá, surtidos en 5 de Julio, asumieron tener el abastecimiento de lunes a viernes, justo en los días que arriban cargas de pollos, mientras que Bolívar sábado y domingo cuando no hay despacho. “Nosotros como trabajadores no podemos decir nada, pero vemos la injusticia que están haciendo”.

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