Colombia ultima detalles para reabrir paso fronterizo

Los manifestantes huyen de los gases y perdigones que disparan los funcionarios de la Guardia Nacional. (Foto: Cortesu00eda)u00a0

En el Francisco de Paula Santander persistieron los disturbios y desde temprano los encapuchados arrojaron cócteles molotov y piedras al lado venezolano, a lo que los guardias les respondieron con perdigones y gases lacrimógenos

 Colombia ultimó este martes detalles para reabrir mañana el puente Simón Bolívar, el principal paso fronterizo con Venezuela, tres días después de que fuera cerrado por los disturbios que ocurren en la zona desde el sábado cuando se intentó ingresar ayuda humanitaria al país petrolero.

Inicialmente, los pasos fronterizos del departamento colombiano de Norte de Santander, cuya capital es Cúcuta, fueron cerrados el domingo y el lunes.

Migración Colombia informó el lunes que la medida fue prorrogada un día más por los disturbios en los puentes Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander.

En el Simón Bolívar, que une a Cúcuta con la ciudad venezolana de San Antonio del Táchira, las autoridades ya reubicaron las vallas que dividen la salida de nacionales y extranjeros del país, y pusieron las carpas en donde las personas que quieren ingresar a Colombia tienen que presentar sus documentos.

En la zona también se observa como en el lado venezolano algunos uniformados de la Guardia Nacional y miembros de la Misión Robert Serra, un programa del Gobierno de Nicolás Maduro para los jóvenes, quitaron las rocas y la basura que había quedado tras los disturbios de los tres días anteriores.

En ese contexto, los militares venezolanos quedaron a metros de los uniformados colombianos y los miembros de migración, con quienes tuvieron un encuentro “amistoso”.

En las áreas cercanas al puente, por las que se llega a la parte de abajo, también hay miembros del Escuadrón Móvil Antidisturbios de la Policía colombiana (Esmad) preparados para atender cualquier situación anormal que se pueda presentar, como los disturbios de ayer que dejaron cuatro heridos.

Toma y dame

En el Francisco de Paula Santander persistieron los disturbios y desde temprano los encapuchados arrojaron cócteles molotov y piedras al lado venezolano, a lo que los guardias les respondieron con perdigones y gases lacrimógenos.

Incluso algunos de los manifestantes incendiaron neumáticos y se vivieron momentos de tensión, a diferencia de lo que ocurrió en el puente Simón Bolívar.

A lo largo del día otros miembros de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana huyeron de Venezuela y llegaron a Colombia a pedir refugio. Según Migración Colombia, ya son más de 326 los que lo han hecho.

“Al momento hemos recibido más de 320 hermanos venezolanos, militares de la guardia venezolana que vienen huyendo a solicitar un apoyo a nuestro país. Es una cifra que viene creciendo. Hay diferentes tipologías: algunos están llegando con uniforme, con armamento; otros llegan de civil y otros llegan con sus familias”, afirmó Christian Krüger, director de Migración Colombia.

Por el cierre de la frontera muchos venezolanos aún están atrapados en Colombia con la incertidumbre de saber qué es lo que va a ocurrir en las próximas horas, cuando se prevé sean abiertos los pasos, y por eso analizan las diferentes opciones que tienen para regresar.

Uno de esos casos es el de Javier Rosales, quien llegó a Cúcuta desde San Juan de Colón, en el fronterizo estado de Táchira, el viernes pasado para apoyar el paso de la ayuda humanitaria a su país.

“Tengo coordinado regresar a Venezuela por un paso ilegal bastante conocido acá en la frontera, pero por seguridad la mayoría no indica cómo hacerlo (…) Ya hemos verificado, ya pasó un grupo y gracias a Dios llegaron bien”, relató a EFE Rosales, quien llegó a Colombia con ocho personas más.

Esos pasos son conocidos como “trochas” y en ellos operan bandas criminales que se dedican al tráfico de drogas y al narcotráfico, pero pese a ello Rosales prefiere hacerlo así antes que intentar cruzar por un puente fronterizo.

“No es una opción para nosotros cruzar por el puente a menos que exista gran cantidad de personas haciéndolo al mismo tiempo para evitar ser tildados como grupos políticos o como organizaciones terroristas, porque la verdad es que violencia no quisiéramos”, aseveró.

Días de furia 

La tensión persiste en el poblado fronteriza de Ureña, estado Táchira, donde, con los disturbios de este martes, suman cuatro días en los que los manifestantes que apoyan el paso de la ayuda humanitaria sostienen enfrentamientos con funcionarios policiales y militares, además de civiles que apoyan el mandato de Nicolás Maduro. 

El domingo la presencia militar fue reforzada por efectivos de la Guardia Nacional. En la tarde el enfrentamiento llegó tal punto que la clínica en la que atendían a los heridos fue cerrada y abierta nuevamente en la mañana del lunes. 

Los habitantes de Ureña reportan que los efectivos hacen allanamientos ilegales en algunas viviendas para llevarse a supuestos manifestantes contra gobierno de Maduro. 

Desde el inicio de la semana el intercambio entre perdigones y lacrimógenas contra piedras y botellas pasó de las calles de Ureña hacia la zona del puente Francisco de Paula Santander. 

 

 

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