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“Mil comercios fueron atacados” en los tres meses de “hechos vandálicos” que se filtran en protestas de la población contra el gobierno de Nicolás Maduro. Desde abril, el sector comercial acusa “riesgo” en el normal funcionamiento de la actividad. Consecomercio registra que 45 por ciento de las empresas afectadas por robos y saqueos “no volverá abrir”, lamenta María Carolina Uzcátegui, presidenta de gremio.
Con el escenario de ampliación de horario del “trancazo” que convoca la oposición venezolana para paralizar el país, Consecomercio asegura “tratar de hacer nuestro mejor esfuerzo para mantener operaciones”. Ante la inseguridad que ronda los establecimientos de ventas de productos y servicios de primera necesidad, la orden es “seguir manteniendo el mínimo de operaciones posibles”.
“No podemos permitir que los venezolanos se queden sin los bienes y servicios que nosotros podemos ofrecer. Aquí hay una responsabilidad con el país. Tenemos que seguir siendo fuente de abastecimiento y que los venezolanos se provean de bienes. No podemos cercenar el derecho a la ciudadanía aun con el riesgo que estamos sometidos”, afirmó Uzcátegui.
Los Teques, Maracay, Valencia, Maracaibo y Barinas son las ciudades con indicador reiterado de inseguridad por robos y saqueos a negocios. Son “los lugares más afectados”. Es una “situación que viene a agravar” a un sector golpeado por la escasez, expropiaciones y cierres.
La directiva de Consecomercio precisa que hay empresas en condición “compleja y difícil”. Sumando ahora la violencia, como el recién ataque con bombas lacrimógenas a dos establecimientos de Maracaibo en la madrugada del domingo y las consecuencias de la “represión” de las fuerzas de seguridad a centros comerciales en Caracas.
La ola de ataques desencadena más “problemas”: el cierre de empresas y aumento del desempleo. Consecomercio critica que hay “hechos” en el que “las autoridades no cumplen sus funciones de resguardo. Hemos observado en diferentes ciudades una actitud tolerante por los responsables del orden público, y en algunos casos, tristemente, participando en hechos vandálicos”.
Ayer, a causa del “trancazo de 10 horas”, convocado por la oposición, un reducido grupo de comerciantes de Maracaibo abrió sus negocios, arropado de incertidumbre por la inseguridad ante la obstaculización del tránsito en las principales calles y avenidas. Pasado el mediodía se agudizó el riesgo por la ausencia de usuarios y del transporte público.