Maduro
Ya el imaginario popular le acomodó su buen y merecido nombre a otro de los disparates que ha cometido Nicolás Maduro, a punta de los cuales lo rechaza más del 90 por ciento del país, razón por la cual no quiere nada con el revocatorio porque sabe que le meterán más de 14 millones por el pecho para que se vaya.
Maduro no pega una. Hace un tiempo, entre decenas de planes anunciados y ejecutados para luchar contra la delincuencia que anda con el moño suelto por toda Venezuela, puso en marcha la llamada Organización de Liberación del Pueblo casi que de Palestina, que de nada ha servido si observamos que ya este año ha crecido exponencialmente la elevadísima cifra de acribillados y de delitos contra las propiedades registrados en el año 2015 que nos dieron el nada envidioso título de país más peligroso del mundo.
Lo cierto es que Maduro anunció los CLAP como unas entidades que se levantarían como “la máxima expresión de la revolución económica-productiva, desde la base para que haya un equilibrio en la economía y para encontrar los desniveles provocados por algunos sectores inescrupulosos que esconden alimentos o los venden con sobreprecio”.
"Este es el inicio de un nuevo camino productivo, y ya los primeros pasos anuncian el éxito de este camino", manifestó Maduro, quien estuvo acompañado del vicepresidente ejecutivo de la República, Aristóbulo Istúriz (el de las lumpias), el gobernador de Vargas, Jorge Luis García Carneiro, este último a punto de perecer ahogado en un lujoso yate que encalló en una playa marina venezolana.
Pues los CLAP han sido desnudados en un trabajo publicado en el Diario La Verdad por la investigadora María Antonieta Devis: “el impacto es evidente: más inflación y más escasez. Los Comités Locales de Abastecimiento y Producción se instalan con dudas en sus objetivos reales”.
Devis señala que las clases sociales utilizan parte de esos productos para revenderlos. Los revolucionarios escogidos para repartirlos, discriminan a quienes siguen llamando escuálidos que ahora son mayoría evidente y el pago de las bolsas con unos seis o siete productos muchos no saben a dónde va a parar. Con razón el pueblo les cambió el nombre. Ahora los llaman: Comité de Ladrones de Alimentos del PS… . Vaya usted a saber.