Cómo reflotar una empresa

 

Al referirme al crédito es en todos sus ámbitos y aristas y en todas las significaciones posibles. Empresas de grandes envergaduras han podido concienciar que no pueden ser manejadas como un abasto o como una tienda rural

Es importante calibrar la forma y manera cómo otras empresas del mismo giro del negocio han podido sobrevivir y mantienen su Good Will, siendo altamente competitivas, conservan e incrementan su cartera de clientes externos, protegiendo y manteniendo enamorados a sus clientes internos, pues estos le garantizarán las ganancias y procurarán elevados estándares que marcarán una diferencia notable con el ser, el hacer y el saber de otras corporaciones.  

Una empresa consolidada seguro tendrá un capital como reserva legal que, además de haberse asegurado de ir reinvirtiendo parte de sus ganancias en la mejora y crecimiento de su capital fijo como lo es, por ejemplo, el edificio que le sirve de asiento que es una imagen que proyecta su prestigio. 

En una economía altamente inflacionaria, diversas son las estrategias; entre ellas podemos advertir que los socios y/o dueños de la empresa deben invertir ingentes cantidades de ganancias en la propia corporación con el objetivo de ver al final del arcoíris la botija de oro. Y son ganancias que realmente no dejan de percibir porque estarían consolidando la corporación para provecho de su misión y de su visión, que en definitiva reportará gigantescos beneficios para los propietarios. 

Esta estrategia es una válvula salvadora que permitirá reflotar la empresa, recobrar su nombre en el mercado y procurar que la concepción de la visión y la misión de la empresa tengan crédito. Y al referirme al crédito es en todos sus ámbitos y aristas y en todas las significaciones posibles. Empresas de grandes envergaduras han podido concienciar que no pueden ser manejadas como un abasto o como una tienda rural, donde el cliente se acomoda al precio del producto o no se lo lleva. 

Pero cuando las pérdidas no obedecen a créditos incobrables, sino a otras consideraciones de los accionistas que lo que quieren son millonarias ganancias sin percibir la realidad de la empresa y lo que está demandando urgentemente, entonces podría acontecer lo peor, si es que quieren mantener unos oídos sordos y unos ojos ciegos. Hay quienes quieren ayudar a la empresa, pero los mantienen a raya, al margen de las opiniones y del buen juicio. 

Es el sentido de pertenencia lo que llevaría a un empleado a hacer aportes como al que se contrae este artículo cuyo interés es proyectar, consolidar y salvar la empresa que ama como suya. 

                

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