Desde el 13 de enero, cuando se presentó un apagó en la refinería de Amuay, su planta catalítica no está en servicio. Por problemas en los equipos aun no la han podido reparar. Solo quedaban los 60 mil barriles producidos por Cardón, que desde el jueves dejaron de refirnarse
En el Complejo Refinador Paraguaná ya no se produce ni un litro de gasolina. La planta catalítica Cardón, el último recurso con el que contaban en la estructura ubicada en la península de Paraguaná está paralizada. El país deja de percibir 60 mil barriles de gasolina diariamente por una fuga masiva de hidrocarburos en un equipo de la planta.
Así lo explica Iván Freites secretario general del sindicato de trabajadores petroleros y gasíferos del estado Falcón. El jueves se vieron obligados a detener las operaciones de la planta. Calculan que deberá permanecer de esta manera por al menos 10 días. El Complejo Refinador Paraguaná es el más grande del país. Pero, esto no solo afecta al suministro de gasolina, la producción de gas doméstico también se ve comprometida.
Esta situación se presenta en un centro refinador con capacidad instalada para producir 105 mil barriles de gasolina a través de Cardón y 108 mil barriles por Amuay. En la refinería El Palito, ubicada en Puerto Cabello, la producción de gasolina también es inestable. El año pasado su planta catalítica se paralizó aproximadamente 20 veces. Este año suma cinco paralizaciones. Tienen programado frenar sus operaciones el 18 de este mes por mantenimiento. “Tienen que hacerlo porque hay demasiados problemas en la planta de catalítica”, resalta el sindicalista.
Desde el 13 de enero, cuando se presentó un apagó en la refinería de Amuay, su planta catalítica no está en servicio. Por problemas en los equipos aun no la han podido reparar. Solo quedaban los 60 mil barriles producidos por Cardón, que desde el jueves dejaron de refirnarse. Las repercusiones de la tragedia de Amuay continúan. La refinería procesa aproximadamente 350 mil de 650 mil barriles que podría refinar diariamente.
La importación de gasolina y gasoil se volvió una práctica común. En el muelle de Cardón hay 260 mil barriles de gasoil en un buque proveniente de Estados Unidos. La razón reside en la falla de la planta eléctrica de la refinería Cardón. Por su bajo rendimiento, las plantas hidrosulfuradoras están paralizadas: “es decir que el gasoil que estamos produciendo tiene alto contenido de azufre y así no es comerciable”, asegura Freites. Por ello, se ven obligados a nacionalizar gasoil para obtener el grado de azufre necesario.