Para nadie es un secreto la situación que atraviesa la universidad. El presupuesto asignado para este año solo representa el 0,14 %, lo que quiere decir que tenemos un déficit de más del 99 %, cifra bastante elevada que compromete seriamente el funcionamiento de la institución
Hoy, cuando ya estamos próximos a cumplir 73 años de la reapertura de esta casa de estudios, podemos decir con gallardía que LUZ no volverá a cerrar sus puertas. Estamos transitando momentos muy difíciles, que como autoridades rectorales nos obligan a llamar a toda la comunidad para el rescate de nuestra institución y no permitir que siga naufragando por aguas turbulentas.
Para nadie es un secreto la situación que atraviesa la universidad. El presupuesto asignado para este año solo representa el 0,14 %, lo que quiere decir que tenemos un déficit de más del 99 %, cifra bastante elevada que compromete seriamente el funcionamiento de la institución.
Hay que mencionar también la crisis que atraviesa el país que ha afectado seriamente a toda la comunidad universitaria. El grave problema eléctrico en la región ha traído como consecuencia varios equipos dañados en la institución y en los hogares zulianos, que debido a la situación económica del país son imposibles de recuperar.
Pero estoy segura que LUZ seguirá brillando como siempre. Dándole al Zulia y Venezuela profesionales con un alto nivel académico, grandes proyectos de investigación y soluciones que contribuyan a mejorar los problemas que enfrentamos en la actualidad.
Para ello es necesario el compromiso de todos los miembros de la comunidad universitaria. Autoridades, personal docente y de investigación, empleados, obreros, estudiantes y egresados. Cada uno debemos aportar un granito de arena por el rescate de nuestra institución. No es tarea fácil en estos tiempos, pero con el apoyo de todos y con esfuerzo podremos salir adelante.
Cada miembro de esta comunidad desde su puesto de trabajo o su pupitre, contribuye a que esta LUZ no muera y siga encendida. Nuestros egresados son los hijos eternos de esta institución, nuestra presea más valiosa.
Quiero expresar que con ellos existe una relación que no culmina con el acto de grado, al contrario esa relación se hace más rica, más responsable y relevante en cada tiempo que nos toca vivir.
Ellos que actualmente están en diferentes latitudes del mundo y en cualquier rincón del territorio nacional, con orgullo lo primero que dicen es: “yo soy egresado de LUZ” y recuerdan cada momento que vivieron en los pasillos de las facultades, donde permanecían horas estudiando.
Hoy la universidad necesita de ustedes. Esta casa que fue su segundo hogar por varios años, está en una emergencia académica y operativa. Yo los invito a que colaboren con ella. Pueden realizar donaciones de material de oficina, que pueden ser distribuidos a cada dependencia del Vicerrectorado Académico o simplemente cancelar el pagaré de honor que es un programa que permite mantener toda la infraestructura tecnológica y física del Sistema de Servicio Bibliotecarios y de Información de LUZ (Serbiluz). Para ello pueden visitar la página web: www.serbi.luz.edu.ve.
Vamos todos juntos a rescatar nuestra universidad. Tenemos el deber y el compromiso de dejarle a las nuevas generaciones una casa de estudios digna para que puedan formarse así como nos formamos muchos de nosotros. En la unión está la fuerza, recordemos que “después de las nubes, el sol”.