Los venezolanos sabemos y estamos claros de que este Gobierno ha quebrado al país y ha sumido a todos sus ciudadanos en una espantosa crisis a todos los niveles, y cada uno de nosotros está dispuesto a dar lo mejor de sí por hacer su trabajo
Este martes 17 de abril la Asamblea Nacional legítimamente escogida por el pueblo de Venezuela dio una vez más una prueba fehaciente de que el compromiso adquirido con la nación está más vivo y presente que nunca.
Lejos quedaron los irracionales deseos de quienes, movidos por quien sabe que oscuros intereses desatan a diario una inclemente guerra contra el parlamento nacional y a quienes hacemos vida en él.
Este martes pasado, 105 diputados dando una muestra de coraje y valentía, bajo presiones y amenazas desatadas por las redes sociales, haciendo caso omiso de las mismas y apelando a su sentido del deber por Venezuela, se hicieron presentes en el Palacio Federal Legislativo para darle la cara al país.
El momento histórico, como todos los que se han vivido durante estos últimos años donde la conflictividad política es el día a día y cuando las baterías del Gobierno enfilan contra todo lo que se mueva, respire y sea adverso a sus planes y sus intenciones, demandaba la presencia de los diputados legítimamente electos por el pueblo de Venezuela y como no podía ser de otra manera, allí estuvimos, sin miedo para cumplir con nuestro trabajo.
Quienes pretenden quebrar la unidad en Venezuela, ven una vez más sus delirios frustrados. Los venezolanos sabemos y estamos claros de que este Gobierno ha quebrado al país y ha sumido a todos sus ciudadanos en una espantosa crisis a todos los niveles y cada uno de nosotros está dispuesto a dar lo mejor de sí por hacer su trabajo, desde la tribuna que le corresponda, como doliente del futuro y del destino de este bello país.
A aquellos que apuestan por el fracaso y el resquebrajamiento de la unidad de los factores democráticos de este país, aún parecieran no entender que la verdadera unidad y la real democracia se basan en la pluralidad de ideas y en el debate mantenido y sostenido en búsqueda de las propuestas y soluciones que contemplan las leyes vigentes de nuestro país, para devolvernos al camino de la paz, el bienestar y el progreso.
Contra todas las adversidades, contra la asfixia económica y política a la que se han visto sometida nuestra Asamblea Nacional, sin presupuesto de funcionamiento, sin recursos para trabajar, sin ni siquiera agua para beber, sometido al más vulgar y violento asedio, con parlamentarios hoy tras las rejas y otros perseguidos, seguiremos haciendo los esfuerzos que haya que hacer y poner el sacrificio que nos corresponda por cumplir nuestro compromiso histórico con nuestra amada Venezuela.