Comunistas asaltantes y desvergonzados

Unos bárbaros que avergüenzan a Venezuela ante el mundo capitaneados por Jorge Rodríguez, el misógino y misántropo alcalde del municipio Libertador. Un espectáculo triste, doloroso 

El brutal asalto al que fue sometida la Asamblea Nacional de Venezuela, depositaria de la voluntad popular este domingo recién transcurrido, por parte de las hordas y fuerzas de choque que lidera Nicolás Maduro para utilizarlas como punta de lanza contra la oposición democrática, en su empeño de desconocer la voluntad popular expresada en las urnas el pasado 6 de diciembre del año 2015, cuando le dio una amplia mayoría calificada a los candidatos opositores que les permite controlar la corporación legislativa, no causó sorpresa a nadie. Sencillamente porque son métodos utilizados por los regímenes totalitarios a lo largo de la historia, y este de Maduro, a pesar de haber sido electo por los venezolanos, actúa dictatorialmente.

Particularmente, este cronista ya lo había previsto en artículo publicado en este diario el 29 de junio del presente año a escasas horas de producirse una sesión del Parlamento nacional, convocada para destituir los magistrados nombrados de forma exprés por la AN moribunda de mayoría madurista cuando prácticamente finalizaba el mes de diciembre y, con él, su período de cinco años durante los cuales dominaron a su antojo esa institución y cedieron sus facultades al Presidente mediante leyes habilitantes. 

Espectáculo triste, doloroso. Unos bárbaros que avergüenzan a Venezuela ante el mundo capitaneados por Jorge Rodríguez, el misógino y misántropo alcalde del municipio Libertador de la ciudad capital, quien actúa más como un capataz de montoneras que como autoridad municipal, y se pasa la Constitución por el bolsillo de atrás. Un mismo Atila.

Pero bien bueno que haya sucedido este vil y criminal asalto a la AN, que hizo rememorar los hechos sucedidos 168 años atrás en el Congreso Nacional, cuando era presidente de la República, José Tadeo Monagas, quien ante una eventual decisión de la Cámara que lo dejaría fuera del Gobierno, ordenó a sus bandas de asalto, parecidas a las rojas rojitas de hoy, irrumpir la sesión dejando como resultado varios congresistas muertos, de uno y otro bando, así como otras personas que se encontraban presentes.

Diputados europeos y el representante enviado por el papa Francisco a la mesa de un presunto diálogo que ha propuesto el régimen, acosado por la impopularidad casi que absoluta ante el pueblo venezolano, y el mundo entero pudieron ver en vivo y directo la barbarie de los grupos armados y violentos que ampara el régimen, porque la sesión salía al aire por los distintos medios digitales que transmitían la sesión. Ha sido uno de los peores errores cometidos por estos bárbaros.

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