Cada
Cada profesional que surca las aulas universitarias y los campos virtuales del saber, con conocimientos y valores, representa el avance enérgico de nuestra Universidad que se levanta, generación tras generación, como templo de la enseñanza y del amor por la noble misión de difundir el saber.
Hoy egresan de nuestra ilustre universidad 1980 nuevos profesionales, 377 que profundizaron sus estudios y hoy obtienen sus títulos de postgrado, más dos reválidas. ¡Qué gran placer sentimos y vivimos las autoridades universitarias con cada acto de grado!
“Por sus obras los conoceréis”, expresa el Evangelio como principio de vida que en el universitario se hace compromiso y alianza con la sociedad, con las familias, vecinos, comunidades y sobre todo con la Universidad, esta institución que es nuestra alma mater, que nos ha formado y espera lo mejor de cada uno de nosotros para trascender en el tiempo.
El rumbo que cada uno de estos nuevos profesionales escoja a partir de hoy, deberá estar marcado por la herencia universitaria, una herencia que radica en los valores y la ética profesional. Estos deben ser los estandartes que ellos porten de ahora en adelante.
El gran Maestro Jesús Enrique Lossada, el padre de la reapertura de LUZ, decía: “Nuestra universidad debe ser medularmente innovadora; guiada por las acciones que la conduzcan a fortalecer conciencias, a sembrar el amor por la verdad, por la libertad igualitaria, autentica, democrática llena de afán de justicia y de progreso”.
Y de eso se trata, la universidad como alma mater, es la cuna donde la esperanza de la transformación empieza. Es aquí donde nacen los cambios que nuestra sociedad necesita y estos jóvenes, hombres y mujeres son los protagonistas de ese cambio.
Ellos han superado con retos una etapa en estos tiempos difíciles, donde la incertidumbre del qué vendrá y qué harán de ahora en adelante es reinante.
No cabe duda que son la fuerza del presente y del mañana. Una esperanza que jamás debe apagarse porque finalmente el Estado y las fuerzas productivas de Venezuela entenderán que lo más sensato y conveniente para todos es invertir en nuestra juventud, en su preparación, para que la sociedad cuente con la mejor y necesaria renovación.
Este año, LUZ cumple 125 años de fundada y 70 de la reapertura y sigue siempre bajo su lema después de las nubes el sol, enfrentando retos y renovándose cada día.
A pesar de todo, sigue aquí dando sus mejores frutos como estos nuevos profesionales para el progreso de nuestra nación.
La Universidad se regocija al ver a sus hijos egresar, porque sembró en cada uno conocimientos, valores y enseñanzas que hoy cosechan como la siembra de su futuro.
Extiendo en estas misivas mis felicitaciones a todos los graduandos, así como también a sus padres, esposos y esposas, hijos, familiares y amigos que hoy los acompañan y comparten este nuevo logro. ¡Éxitos!