
Bancos
Evitar la emisión de billetes de mayor denominación y las colas en los cajeros automáticos al mismo tiempo es una tarea “imposible” en un contexto en el que los altos índices de inflación vuelven seis mil bolívares -el límite impuesto por los bancos para la extracción de las máquinas- en una cantidad irrisoria.
Por esto, corre la información de que dejarán de funcionar los cajeros que no se encuentren en la sede de un banco, pues los costos de manutención y transporte de valores aumentaron considerablemente. “Uno no puede tocar la campana y andar en la procesión, eso es imposible. Si aquí el Gobierno no da seguridad, si no emite un billete de mayor denominación, no queda más camino que hacer la cola, lo mismo ocurre con los productos”, asegura Francisco Faraco, especialista en banca.
Edis Ortega, educador, padece de la distorsión antes de la desaparición de las primeras unidades. El lunes recorrió cinco cajeros automáticos; desde Haticos hasta el centro comercial Sambil, pues no contaban con dinero para funcionar. “Cuando no consigo, me voy a Galerías y hago un avance de efectivo y me cobran por eso el 10 por ciento. Pero uno tiene que tener efectivo siempre”.
A Jorge Rincón, corredor de seguros, a pesar de que le parezca normal esperar en cola a 10 personas en los cajeros, le molesta cuando la máquina solo expende papel moneda de 50 bolívares: “Es demasiado el volumen”. Ricardo Pérez, técnico electrónico, vive una experiencia similar: “El dinero que dejan sacar no alcanza ni un poquito, si me dan de 50 y 100 bolívares, la paca es muy grande y solo para comprar un pollo”.
Faraco explica que el billete de mayor denominación en Venezuela debería ser de al menos 10 mil bolívares, para estar a la par de 10 dólares. Es partidario de alimentar el cono monetario de otros papeles de dos mil, mil y 500 bolívares agregados a los de 50 y 100 bolívares ya existentes. “Como eso depende del Gobierno y ya (el presidente Nicolás) Maduro dijo que no lo iba a hacer, entonces los bancos no tienen más camino que eliminar los cajeros que están fuera de los bancos”.
Colas
Carmen Cepeda, ama de casa de Santa Rita, relata que se ha visto obligada a hacer hasta dos horas de cola en los cajeros automáticos de su municipio. “Solo hay dos cajeros en Santa Rita, entonces es peor. A mí me están diciendo que eso es porque es un costo para el banco”, dice la mujer.
El testimonio es una preocupación compartida por otros usuarios ante la amenaza de sacar de paralizar las operaciones de “una cantidad significativa” de unidades, de acuerdo con lo declarado por Vicente Lozano, director del BOD para la región central al diario El Carabobeño.
“Antes era normal que se sacara 500, o mil bolívares, ahora en promedio se sustrae seis mil en cada operación y eso es equivalente a 600 billetes de 100 bolívares, y ese trabajo nos ocasiona un gasto terrible”, dijo especificando que desde el año pasado, los costos del servicio de transporte de valores incrementaron 400 por ciento, sumado a una mayor póliza de seguros debido al mayor volumen de billetes que manejan.
A esto también se le incorpora que los sensores contadores de billetes se dañan con frecuencia, por lo que se ven obligados a importar sus repuestos. A pesar de la petición de la Asociación Bancaria de Venezuela, el Banco Central de Venezuela se rehúsa a emitir nuevas piezas en la familia de billetes y monedas venezolana.
Alejandro Caribas, exsuperintendente de bancos, afirmó que el cese de operaciones de cajeros se debe a la falta de divisas para su mantenimiento y los costos que representa el traslado de dinero para la banca. “Hay mucha cantidad de billetes en una sola operación, eso complica la operatividad de la banca, porque el traslado de dinero representa un costo que se ha incrementado”.
En Maracaibo las colas son más leves. Héctor Reverol, administrador, señala que gasta una hora de su día entre el recorrido para encontrar un equipo que funcione: “Más bien se necesitan más cajeros, si quitan, va a haber otro malestar más de los que ya tenemos”.