Ahora
En mi artículo anterior había asegurado que Nicolás Maduro estaba echando bromas cuando hablaba de convocar una Constituyente porque no le quedaba nada bien. En primer lugar porque era acabar con el presunto legado de Hugo Chávez, porque esta destructiva revolución nació de una Constituyente propuesta por el difunto y sometida a referendo aprobatorio o decisorio del pueblo venezolano, como tenía que ser, por ser el poder originario y quien decide si la convoca o no mediante el voto. En segundo lugar, porque un Presidente a quien rechaza, desprecia, repudia y desaprueba más del 90 por ciento de la nación venezolana, debe estar consciente que cualquier propuesta que le formule al país, ésta será rechazada por el pueblo en las urnas.
En consecuencia expresaba que Maduro, no podía querer ni Constituyente ni mucho menos elecciones de gobernadores, ni de alcaldes, porque sería derrotado por paliza en todos los estados del país. Pero debo confesar que me equivoqué. Ahora me doy cuenta, luego del anuncio formulado por Nicolae, que Maduro sí quiere Constituyente, pero que sea a la carta,a su total gusto, violentando los principios fundamentales de “la mejor Constitución del mundo”, bautizada así por su padre putativo..
Maduro ha propuesto al país, una Constituyente comunal de tipo corporativo, al mejor estilo de Benito Mussolini con quien guarda tantas similitudes, metiéndose completico, por el bolsillo de atrás (Chávez dixit, o decía) el artículo 347 de la Constitución que muy claramente establece que: “el pueblo de Venezuela es el depositario del poder constituyente originario. En ejercicio de dicho poder, puede convocar una Asamblea Nacional Constituyente con el objeto de transformar el Estado, crear un nuevo ordenamiento jurídico y redactar una nueva Constitución”.
Más claro no canta un gallo. Es el pueblo venezolano, como sucedió en la Constituyente de 1999, quien convoca esta instancia independientemente que la misma haya sido propuesta por el Presidente de la República, en Consejo de Ministros, por las dos terceras partes de la AN, los Concejos Municipales en cabildos, o por el 15 por ciento de los electores.
Si Maduro se empeña, con la complicidad de las comadres, en saltarse la Constitución y convocar Constituyente a su medida sin consultar a toda la nación, entonces los venezolanos tendremos toda la razón en poner en práctica, la desobediencia civil y salir a defender en la calle, la Constitución, la democracia y la libertad que pretende confiscar Nicolás Maduro.