Control de cuotas de productos pone en competición a regiones

Ucez invoca a un cambio en la economía para evitar efectos en la población que ya siente las consecuencias del “fracaso” de la política de “racionamiento”. La regulación para el abastecimiento de artículos de aseo personal y limpieza demuestra falta de producción de bienes

La medida de sumar controles a la distribución de rubros básicos, con cuotas semanales y mensuales en seis bienes de higiene personal y limpieza, “acrecienta el fracaso” de las políticas económicas. Las consecuencias pisan a la población porque las regiones “intentarán captar mayor cantidad de productos para poder abastecerse porque saben que no serán suficientes”. Lo que los pondrá en plano de “competencia para supervivencia”, reflexiona Gilberto Gudiño Millán, presidente de la Ucez.

La carrera a la que se exponen los gobernadores -para exigir por su estado- salta de la mesa de acciones del Ministerio de Alimentación. Carlos Osorio, titular del despacho, apunta el plan de regulación de abastecimiento a: pañales, jabón, detergente, entre otros. Las guías de movilización Sunagro tienen la responsabilidad y competencia de registrar los envíos.

Gudiño Millán advierte que se plantea “una competencia a futuro. Y una realidad que es muy fuerte”. Desde que los indicadores de escasez y desabastecimiento tomaron impulso, -y ahora se omiten del informe del Banco Central de Venezuela-, la política de racionamiento disparó a todos lados. Primero se fijó un proceso de ventas regulado por cantidad, luego la “promesa” de que con el sistema biométrico se garantizaría el abastecimiento y finalmente se implementaron controles por terminal de cédula de identidad.

Las asignaciones a determinar por el Minal sentencian lo que desde hace tres años se acusa en el sector privado: la producción nacional y otorgación de divisas para la importación de alimentos y bienes esenciales cayeron a niveles críticos. La Cámara de Comercio y Servicios del Estado Zulia (Ucez) recuerda las alertas que ya en Caracas se sienten por la falta de producción. Las colas, similares a las del Zulia, exponen un escenario, “demostrando que el sistema de controles no tiene efectos” y que la Ley de Precios poco garantiza el derecho constitucional de acceso.

La salida

Gudiño Millán invoca un cambio en la economía. A sincerar los precios mediante políticas graduales para evitar impactos inflacionarios. Porque ajustarlos a la realidad del mercado los catapulta a más de dos mil por ciento.

Lista ejemplos: Champú, dos mil 600 por ciento; desinfectante, dos mil 300 por ciento; leche en polvo, mil 200 por ciento; aceite, 950 por ciento; y arroz 600 por ciento. 

“La distorsión que se ha creado a raíz del exceso de controles es de tal magnitud que no sabemos el daño causado hoy”.