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La conversaciones exploratorias para concretar un diálogo entre el Gobierno y la oposición venezolana están en stand by hasta tanto el Consejo Nacional Electoral no oficialice el cronograma para la celebración de un referendo revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro.
Así lo aseguró, a La Verdad, el diputado Alfonso Marquina, uno de los cuatro representantes de la MUD que se reunió el pasado 27 y 28 de mayo en República Dominicana con mediadores internacionales que buscan que la oposición y el Ejecutivo se sienten en una misma mesa.
“Como requisito previo para que se inicie un diálogo nosotros solicitamos que se publique el cronograma oficial con los lapsos que estipula el reglamento del CNE para el referendo revocatorio, porque es un derecho de la gente”, dijo en una entrevista telefónica, en la que aclara que es una “obligación” del Poder Electoral publicar los tiempos del proceso, como lo hace con cualquier otra elección.
No se conforman con que se inicie el proceso de validación de firmas, un paso previo a la activación del revocatorio y para lo que el directorio del CNE se reúne hoy y lo informa mañana a la MUD. “Eso sería parte del cronograma”.
Recordó que el rector Luis Emilio Rondón publicó un cronograma cuya fecha para la consulta popular se establecía para el 30 de octubre. Descartó de plano que el referendo se celebre en 2017. “De acuerdo con los lapsos que establece el reglamento del propio CNE, la consulta debe hacerse entre el 30 de octubre y el 15 de noviembre”.
Normas para dialogar
Marquina, dirigente de Primero Justicia, indicó que en la reunión celebrada en Punta Cana se discutieron las normas para un eventual diálogo con los mediadores: los expresidentes José Luis Rodríguez Zapatero, de España; Martín Torrijos, de Panamá, y Leonel Fernández, de República Dominicana, y la Unasur.
Entre las normas están el respeto a las partes; cero vetos para los representantes designados por los bandos; supervisión de las conversaciones por los mediadores internacionales; que la agenda acordada busque solución a los problemas de los venezolanos y que los resultados se concreten en máximo dos o tres meses.