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La solicitud de recolección de 20 por ciento de las firmas para solicitar un revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro no fue discutida ayer en la Comisión de Participación Política y Financiamiento (Copafi) del CNE, como lo anunció el viernes pasado el rector Luis Emilio Rodón.
Rondón, presidente de Copafi, informó ayer que los otros dos rectores que integran la comisión, Tania D’ Amelio y Abdón Hernández, propusieron analizarlo junto a la petición del PSUV de suspender a la Mesa de la Unidad Democrática como partido político.
“Hoy no se consideró en Copafi escrito de participación RR. Los otros integrantes proponen analizarlo junto a la solicitud de cancelación MUD”, escribió Rondón en su cuenta en Twitter.
Una fuente cercana al CNE reveló a La Verdad que el Poder Electoral “hará uso del tiempo que da el reglamento” para evaluar en paralelo la petición de la Mesa de la Unidad y las denuncias hechas por el chavismo en contra de la coalición opositora. Son máximo 15 días continuos -según el artículo 21 del reglamento- que tiene la comisión para evaluar la petición de recolección de firmas.
A paso lento va la solicitud de referendo revocatorio contra Nicolás Maduro. Copafi debe verificar que el convocante, la Mesa de la Unidad Democrática, cumpla con los recaudos. Luego pasa la petición del 20 por ciento a la Junta Nacional Electoral y el cronograma al directorio del Poder Electoral.
Para el próximo paso, según el artículo 24 del reglamento de 2007, la Junta Nacional Electoral tendrá un lapso máximo de 15 días hábiles para proponer al directorio del CNE, el proyecto de los centros de recepción de las manifestaciones de voluntad del 20 por ciento de los inscritos en el Registro Electoral.
Si se mantienen los tiempos previstos por la Unidad, el CNE podría convocar a la recolección del 20 por ciento los primeros días de septiembre. La MUD espera que sea antes y se prepara para exigir la fecha en la calle.
“No es una marcha más”
Mientras el CNE se toma su tiempo, la oposición organiza al país para marchar en Caracas el 1 de septiembre. El poder de convocatoria de la MUD se ha visto cuestionado en los últimos días, tanto por voceros chavistas como dirigentes que se identifican con la oposición. A ellos les dice Jesús “Chúo” Torrealba, secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad, que la actividad convocada “no es una marcha más”.
“No se trata de repartir volantes o de simplemente convocar para un evento. Es un proceso de organización, necesitamos poner a punto la maquinaria social y la maquinaria partidista del cambio democrático” para tener toda una estructura “optimizada para hacer lo que hay que hacer ese día y para seguir peleando del 1 de septiembre en adelante”, por la realización del revocatorio.
La Toma de Caracas es, para Torrealba, el día cumbre de un proceso que comienza desde esta semana con asambleas de ciudadanos en barrios y urbanizaciones “para construir ese encuentro de abajo hacia arriba”; con la instalación de los comandos por el cambio en cada municipio del país y la articulación de los partidos y movimientos sociales.
“Hay que seguir haciendo todas las luchas, protestas, movilizaciones, actividades que haya que hacer, solo que todas estas actividades hay que hacerlas ahora en función de esta cita que es la marcha a Caracas el primero de septiembre. Hay que terminar de unir el legítimo reclamo por el cambio político (revocatorio) con la lucha contra el hambre”.
Mueven a las regiones
Tomás Guanipa, diputado y vocero del partido Primero Justicia (PJ), llamó ayer a sus partidarios a que “se vengan a Caracas a ejercer la presión necesaria desde la calle, democráticamente, pacíficamente, pero con contundencia, para que no exista ninguna duda de la voluntad del pueblo por lograr un referendo revocatorio que pueda acabar con esta crisis que estamos viviendo”.
Freddy Guevara, diputado y coordinador nacional del partido Voluntad Popular (VP), augura para el 1 de septiembre “la concentración más grande de la historia venezolana en la ciudad de Caracas”.