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Comienzan las repercusiones que se esperaban luego de la alerta de los bajos niveles del embalse de Guri anunciada por Luis Motta Domínguez, ministro para la Energía Eléctrica. No solo se le suspende el servicio a sectores de la gran Caracas, la región en la que es políticamente incorrecto ejecutar los racionamientos. En sectores que los trabajadores de Corpoelec describen como “intocables” se están empezando a notar los cortes eléctricos.
La Coromoto, el sector de San Francisco que lograba escaparse de la suspensión del servicio eléctrico, retrocede a la Venezuela de 1888 -cuando no existía este tipo de energía- de 1.00 a 3.00 de la tarde algunas veces por semana. Un empleado de la estatal eléctrica, que prefirió no identificarse, afirma que en condiciones regulares no tocan este circuito, pues incluye las oficinas de la Alcaldía de San Francisco y centros de salud.
La fuente afirma que la Policlínica San Francisco y el Materno Infantil del municipio se ven afectados por las medidas implementadas por la corporación. Las suspensiones se realizan mayormente en horas pico de demanda, que son de 1.00 a 3.00 de la tarde y de 7.00 a 10.00 de la noche. Reclaman que a la problemática se le une el cese de funcionamiento de las bombas hidroneumáticas de agua en tiempos de escasez del vital líquido.
Los trabajadores en Corpoelec no tienen conocimiento de algún esquema de racionamiento. Presumen que efectúan los cortes cuando existe un déficit de carga que necesiten cubrir. Solicitan a Joel Acevedo, gerente de Distribución y Comercialización para la región, que publique un cronograma de apagones para que la comunidad tome sus previsiones.
Freddy Medrano, presidente del Sindicato de Trabajadores de la Industria Eléctrica del Estado Zulia (STIEEZ), asegura que los horarios de los racionamientos se manejan “como secretos de estado”. Con el parque termoeléctrico zuliano “a medio andar”, prevén que los cortes de energía se pronuncien más.
Señala al modelo de gestión de Corpoelec como la causa de la problemática que vive el país. “Cada estado tiene su forma, pero estamos todos sentados esperando a ver qué dicen de Caracas para cualquier cosa”. Indica que la politización de la empresa, falta de mantenimiento y un sistema “inadecuado” de cobranzas representan el origen de las deficiencias de la estatal eléctrica.