Crespo y Maduro

Hace 118 años, de acuerdo a la Constitución 1893 se celebraron elecciones presidenciales por “votación universal y directa”

Al observar el desespero electoral de Nicolás Maduro en 2015, viene a la memoria el recuerdo de Joaquín Crespo en 1897. Hace 118 años, de acuerdo a la Constitución 1893 se celebraron elecciones presidenciales por “votación universal y directa”. Crespo garantizaba  que esas elecciones serían libres. La oposición tenía como su principal candidato al líder del Partido Liberal Nacionalista José Manuel Hernández (a) “El Mocho”. Con métodos electorales inéditos en Venezuela, adelantó su campaña electoral y alcanzó gran popularidad, gracias además a su imagen de hombre honesto. 

El general Ignacio Andrade, hombre gris, era el candidato del oficialismo .Tenía muy pocas posibilidades de ganar. Si hubieran existido encuestas en ese tiempo, el “Mocho” las hubiera encabezado con amplia ventaja. Crespo lo sabía y comenzó a prepararse para impedir su victoria. ¿No es acaso ese mismo temor el que tiene Maduro cuando expresa que: ”Si la oposición gana las elecciones, no entregaré la revolución” y que gobernará “con el pueblo siempre con el pueblo y en unión cívico-militar”? ¿No será que Maduro sabe que va a perder y afirma entonces que no lo va a aceptar y que apelará a los militares para desconocer la victoria de la oposición, como lo hizo Crespo en su tiempo? ¿No estará Maduro anunciándonos un golpe de Estado? 

Crespo el 1 de septiembre de 1897 mandó a ocupar las mesas electorales por “hombres del campo que llevaban el machete debajo de la cobija”, para garantizarle a Andrade su imposible triunfo. Ese “machete debajo de la cobija” lo tiene hoy Maduro en el arsenal de trampas y arbitrariedades que observamos: modificación de los circuitos electorales, mesas electorales ubicadas en consejos comunales, suspensión de garantías en estados fronterizos, grosero ventajismo oficial en el uso de los recursos públicos de todo orden y en la forma en que se está impidiendo la observación internacional del proceso electoral, aun de países afectos al régimen. 

Sin embargo, Andrade solo gobernó 20 meses  y Crespo solo vivió ocho meses más. Hoy, hay otro fraude en marcha, pero como la historia no se repite, pues los tiempos y las mentalidades cambian, la derrota del régimen chavista-castrista es ya una decisión del pueblo venezolano, que ningún “machete” impedirá. Ante el desastre del país, los venezolanos han proclamado ya una nueva “Revolución de Queipa” que le tiene preparada  a esta “revolución “ de pacotilla su Mata Carmelera el próximo 6-D. Maduro se quedará entonces, con los “crespos hechos”.

 

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