Crimen frente a la disco

El vehu00edculo permanece en las instalaciones de la Policu00eda cientu00edfica para las experticias correspondientes. (Foto: Josu00e9 Gil)

A Armando Morales (36), propietario de un sitio nocturno en la 72, lo asesinaron en su carro frente a uno de sus empleados. Los homicidas huyeron en una camioneta blanca. La Policía no descarta la extorsión como motivo del crimen. Todos los locales colindantes reciben llamadas de delincuentes

Salió del establecimiento tras hacer un inventario. Frente a la discoteca lo sorprendieron sus verdugos, aprovecharon que estaba descuidado para matarlo. A Armando Antonio Morales Díaz, de 36 años, conocido como el “Guajiro”, lo acompañaba uno de sus empleados, este resultó ileso y pudo auxiliarlo.

Los testigos declararon a la Policía que los homicidas llegaron, a las 8.30 de la noche del pasado lunes, en una camioneta blanca, se estacionaron en la calle 72 con avenida 3H, a un costado del Neón, gris, placa VBJ07H, de Morales y la discoteca Eclipse. Uno de los dos pasajeros sacó un arma de fuego y sin piedad disparó contra el conductor, el dueño de la discoteca, quien escribía un mensaje en su celular. 

Todas las balas atravesaron el vidrio de la ventana del piloto y se incrustaron en el cuerpo de Morales. Posteriormente se desplomó el cristal y bañó al herido.

Una vez hecho el trabajo, los sicarios abandonaron el sector. Al comerciante y propietario de la discoteca lo llevaron, en una ambulancia, a la emergencia del Hospital Universitario de Maracaibo. Los doctores recibieron el caso, intentaron mantenerlo con vida, pero al poco tiempo se complicó y murió en la camilla.

En la morgue forense, la familia esperaba el cadáver. Uno de ellos recordó que el empleado de Armando Morales llamó a eso de las 10.00 de la noche desde el centro de salud y les informó sobre el tiroteo. 

Los Morales no tienen idea de quién puede estar detrás del homicidio, pero presumen que pueda tratarse de una venganza. “Algún cliente que sacaron de la discoteca”, comentaban entre ellos. Su esposa explicó que residían en el sector 18 de Octubre. A las 7.00 de la mañana del lunes fue la última vez que lo vio con vida, cuando se despidió y dijo que iría al local para hacer el inventario, estimaba retornar a la vivienda a las 6.00 de la tarde. Nunca regresó.

La Policía presume que puede tratarse de una resistencia al pago de extorsión. Según sus investigaciones, los cobradores de vacunas amenazan a los propietarios de los establecimientos. No descartan que Morales recibiera llamadas para extorsionarlo. 

Los investigadores buscan imágenes de los sospechosos en las cámaras de seguridad de los establecimientos de la calle 72 para tener más detalles de la camioneta y de los homicidas.

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