Lamentablemente, la crisis detonó todos estos síntomas y minimizó la tolerancia, la paciencia, el positivismo, la ecuanimidad y el entusiasmo. Los que se quedan en el país, viven la triste separación de su familia, lo cual representa un duelo por la ausencia de sus seres queridos
Los venezolanos son reconocidos por la actitud positiva y el buen sentido del humor que les caracterizan, pero los distintos factores que viven actualmente, hacen que enfrenten situaciones que sin duda les afectan y desencadenan crisis emocionales.
Las dificultades económicas, la violencia, los conflictos políticos, entre muchos otros factores, generan que su cotidianidad esté dominada por la incertidumbre, la indignación, ansiedad, intranquilidad, zozobra, resentimiento, pánico, decepción, negativismo, rabia y desencanto, entre muchos otros sentimientos que experimentan, no solo los que están en el país sobreviviendo, sino además, sus familiares que han emigrado.
Lamentablemente, la crisis detonó todos estos síntomas y minimizó la tolerancia, la paciencia, el positivismo, la ecuanimidad y el entusiasmo. Los que se quedan en el país, viven la triste separación de su familia, lo cual representa un duelo por la ausencia de sus seres queridos.
El desánimo además, se acrecienta al escuchar las quejas de todos a través de continuas expresiones de negatividad, pues es una manera de liberar esas angustias cotidianas. Este entorno negativo, afecta la percepción y no permite ver claramente ni el presente ni el porvenir.
Sin duda, uno de los factores que destacan en esta crisis venezolana, es la emigración, que afecta tanto a los que se van como a los que se quedan, ya que penosamente, es una carga que se lleva como un peso a donde vaya.
Esa aflicción que generan las diversas emociones negativas, acompaña al venezolano que está huyendo en estampida del malestar, del agotamiento, la incertidumbre, de las expectativas de cambio sin concretar y de la inestabilidad emocional, lo cual genera agotamiento tanto corporal como mental.
No éramos un país acostumbrado a emigrar, sin embargo la realidad presente poco favorable, ha hecho que con mucho dolor las familias se separen. En algunos casos para mejorar, si han realizado un proceso planificado y prudente.
Los que no y han tomado la opción de salir de forma desesperada e improvisada, se han encontrado muchas dificultades en el camino, pues no tienen idea de la realidad que deberán enfrentar, incluyendo problemas de emigración.
Es muy importante la persistencia, no abandonar el optimismo, para poder encarar todas las adversidades. Además, no se debe olvidar que Venezuela le duele a todos sus ciudadanos y requiere del esfuerzo conjunto para salir adelante y lograr el bien común, a pesar de lo difícil que parezca.