Crisis hace de Venezuela un lugar no apto para la infancia

Los pequeu00f1os se olvidan de los juegos y libros ante una sensaciu00f3n de desesperanza

Los pequeños se olvidan de los juegos y libros ante una sensación de desesperanza. Los niños, en medio de su sensibilidad, absorben las tensiones del ambiente y tratan de entender, de acuerdo a su edad, lo que está pasando

Hoy en Venezuela son miles los niños que renunciaron a los juegos y libros para sumarse a una coyuntura que azota el país. El cual sienten carente de la posibilidad de vivir plenamente y de disfrutar su infancia.

Dentro y fuera de los hogares se evidencian síntomas de estrés. Angustia, frustración, ansiedad, intolerancia, negatividad e irritabilidad marcan el día a día de los infantes, quienes sin comprender plenamente las circunstancias a su alrededor, solo sienten que les afecta el desarrollo normal de sus actividades formativas y recreativas.

El ambiente cargado de tensión hace que niños y adultos estén llenos de ansiedad. La violencia, la inseguridad, la escasez y la incertidumbre en el país, interrumpen la rutina diaria y hace "cuesta arriba" mantener la calma.

Infancia robada

María Elena Liebster, psicóloga infantil y directora de la Asociación Afecto Venezuela, explicó las necesidades y la manera de controlar las emociones que siente un niño ante la crisis del país. "El niño es una persona con derechos, necesidades, sentimientos y capacidades diferentes a las de los adultos que se encuentran en etapa de desarrollo. Los infantes necesitan jugar para sentirse libres y liberar sentimientos y emociones, sentir que están acompañados de sus padres o de personas adultas que les puedan explicar lo que está pasando, de acuerdo a la edad".

El infante de hoy es diferente al de 10 años atrás. Los niños de esta época presentan síntomas de agresividad y violencia, a raíz de lo que ocurre en el país. "Hay poca tolerancia, ante cualquier cosa se alteran, se molestan y agreden al otro. Otra causa es la sensación de desesperanza en ellos", apuntó la experta; además puntualizó que estos pequeños tienen un desarrollo y una perspectiva mucho más profunda respecto al patriotismo y al nacionalismo. 

"Los niños son como esponjas", absorben lo que sucede a su alrededor. Algunos menores o sus familiares fueron víctimas directas de la violencia, mientras otros la viven indirectamente a través de los adultos que los rodean, de sus amigos, de la televisión y de la escuela. Todos, de una u otra manera, son afectados. 

"En estos momentos es fundamental proteger la salud emocional de nuestros hijos brindándoles el apoyo necesario para enfrentar la situación", sostuvo Liebster.

¿Qué podemos hacer?

Como padres, tratar de entender y acompañar a nuestros hijos en las distintas etapas de su desarrollo es normalmente un reto, pero en situaciones de conflicto social, donde la violencia y la angustia se vuelven cotidianas, llenan las calles y se cuelan en nuestras casas, ser padres y madres es mucho más difícil y más importante. En estos momentos de alta conflictividad social, nuestros niños necesitan un apoyo especial.

Cómo manejar la crisis

En primer lugar, asegurar a los hijos en un ambiente sereno en casa. Puede que sientan preocupación o impotencia, pero ellos no son responsables de las razones que les generan esos sentimientos.

Si los padres llegan cansados, procúrense un rato de calma antes de conversar con sus hijos. Muéstrense preocupados por sus actividades, logros o problemas del día. No le resten importancia a sus cosas. Sean equilibrados. La vida de los más pequeños sigue. Ellos enfrentan los mismos retos y necesitan compañía.

Si conversan acerca del tema procuren dialogar, sin discusiones ni confrontaciones frente a los pequeños. Exprésense sin agresión, violencia o groserías.

Eviten involucrar a sus hijos en compras nerviosas. Lo que se oye en las filas de los mercados, pueden ser manifestaciones de malestar, desacuerdo e incluso, desesperación. Si es posible, pídanle a algún amigo o familiar que se quede con ellos mientras resuelven lo necesario.

 Mantengan las reglas y las rutinas en casa, todo cuanto sea posible. Traten de sostener el horario de escuela, comidas, tareas y de acostarse a dormir. 

Recomendaciones

La Red de Apoyo Psicológico de la Universidad Central de Venezuela (RAP-UCV) hace algunas recomendaciones de cómo manejar el impacto de la crisis política y social en casa, igualmente la inflación y escasez con los niños pequeños.

- Tratar de mantener los hábitos y rutinas de los niños en el hogar y la escuela. 

- Intentar mantener el humor constructivamente y la serenidad. Buscar tiempo para la recreación y el entretenimiento del pequeño.

- Permitirles que se expresen creativamente, que dibujen, hagan manualidades, jueguen, pasen rato con sus amigos, y si lo ven necesario hablar tranquilamente con ellos sobre lo que está pasando.

- Evitar descargar expresiones de miedo, rabia o impotencia sobre   Ellos.

- Recordarle siempre que toda crisis puede resolverse. 

- Explicarles que estamos atravesando un proceso, pero que la apuesta es que cada día, podamos lograr la calma y la solución.

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