jueves, diciembre 12, 2024
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Cuando la investigación es en concreto

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Una estructura de cemento armado deberu00eda durar entre 70 y 100 au00f1os. (Fotos: Lizaura Noriega)

El Centro de Estudios de Corrosión de LUZ ganó premio internacional por una investigación sobre las estructuras de concreto y el impacto que el medio ambiente tiene sobre ellas

“Para ser ingeniero debes ser investigador”. Con esta breve frase, la profesora Oladis Troconis resume la labor que durante más de 40 años se realiza en los espacios del Centro de Estudios de Corrosión, de la Facultad de Ingeniería, Escuela de Química de la Universidad del Zulia (LUZ).

La institución educativa obtuvo un reconocimiento internacional. El premio anual que otorga la Sociedad Mundial de Corrosión, Nate International, a los mejores trabajos publicados en el Corrosion Journal: The Best Paper Award.

El galardón le fue conferido a una parte del proyecto internacional Duracom, que coordina Troconis, y que se encarga de investigar todo lo referente a la durabilidad de las estructuras de concreto armado y el impacto que el ambiente tiene sobre ellas.

“El objetivo es evaluar cómo el entorno afecta la durabilidad de las estructuras para generar modelos que permitan construir obras más durables y repararlas con durabilidad”, refiere y puntualiza que el proyecto inició en 2001 y continuará durante “varios años más”.

De alto nivel

Es el primero en el mundo en su tipo. Nació en España en 1992, como parte de las actividades organizadas para celebrar los 500 años del encuentro de dos mundos, financiado y apoyado por el Programa Iberoamericano de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo (Cyted), para intercambiar experiencia con diferentes países de iberoamericanos.

“El área de corrosión es una ínfima parte del proyecto. Abarca más de 15 mil investigadores de todo el mundo en diferentes áreas como robótica, biodiversidad, medicina y otras”, asegura e indica que en Venezuela trabajan en colaboración LUZ y la UCLA, con la participación de los profesores Miguel Sánchez, Valentina Millán y Emilia Anzola.

En esta etapa de la investigación participaron 10 países: Argentina, Bolivia, Chile, Uruguay, Colombia, España, Portugal, Venezuela, México y Costa Rica. Los resultados más importantes fueron los presentados por Venezuela, donde se detectaron ambientes agresivos por tratarse de un país tropical con costas y con una temperatura promedio anual de 28 grados.

Caso Venezuela

En el país se evaluaron 45 estaciones ubicadas en los estados Zulia, Lara y Falcón, en ambientes marítimos y urbanos. De material recabado se pudo concluir que Maracaibo posee el ambiente urbano más agresivo de Venezuela por sus altas temperaturas que impactan las estructuras de concreto.

El Puente Rafael Urdaneta, el estadio “Pachencho” Romero y todos los edificios, hospitales e inmuebles están expuestos a la corrosión agresiva que representan las altas temperaturas.

“La corrosión es una reacción química donde el hierro se disuelve como iones. Tiene su cinética y esta depende de la temperatura, por eso Venezuela tiene un ambiente más agresivo que otros países tropicales y todas las estructuras están expuestas”, asegura.

Es necesario inspeccionar para detectar daños y repararlos, pero también para generar mantenimiento preventivo. Por ejemplo, según la investigadora, la última evaluación que se le hizo al Puente Rafael Urdaneta fue entre 1995 y 2000. En cuanto a corrosión, el Lago de Maracaibo es uno de los reservorios de agua más agresivos del mundo.

Importancia y aplicabilidad

Una estructura de concreto armado debería durar entre 70 y 100 años como promedio, pero en el país no dura ni la mitad del tiempo. Troconis advierte que esto se debe a que usualmente se cubren los requerimientos de calidad para la solicitación mecánica, pero no para la exposición al ambiente.

“Con estos resultados podemos decidir qué materiales usar en los ambientes agresivos, detectarlos y diseñar la estructura de acuerdo a las necesidades de cada zona”, comenta la docente, y asegura que de este proyecto salió la primera normativa sobre durabilidad que aprobó el Fondo para la Normalización y Certificación de Calidad (Fondonorma) en 2012.

La idea es no solo construir con la calidad idónea para cada zona, sino prestar evaluación y mantenimiento adecuado a las estructuras de concreto. “Que se cuide el proyecto, la construcción y la vida en servicio, eso nunca se había hecho en ninguna parte del mundo, porque se piensa erróneamente que las estructuras de concreto duran para siempre”.

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