“Cuando la policía mata está acabando con la ley”

Roberto Briceu00f1o Leu00f3n participu00f3 en un foro auspiciado por la UCAB en Guayana. (Foto: Cortesu00eda Correo del Caronu00ed)

Para 2017, todos los días hubo 15 muertes violentas en manos de funcionarios, lo que totalizó 5.500 decesos, de los 26.670 que hubo en todo el año

El pasado martes durante una intervención en un foro auspiciado por la Escuela de Derechos de la UCAB en Guayana, El director del Observatorio Venezolano de Violencia (OVV), Roberto Briceño León, advirtió sobre el alarmante incremento de muertes en manos de funcionarios del Estado, destacando que ello, lejos de solucionar el problema de la violencia en el país, lo agrava.

“Cuando se reportan 14 o 18 fallecidos en una incursión del Ejército en una mina, pero no hay detenidos ni heridos, hay una intencionalidad clara, abierta y extrajudicial…”, recordó el titular de la ONG defensora de los derechos humanos.

Briceño León explicó que el mayor empobrecimiento reflejado en la Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi) 2017, influye en la aparición de un nuevo tipo de suceso que es la violencia vinculada a la escasez de alimentos.

“Están aumentando crímenes que antes no se veían, padres que le queman los labios a los hijos que, por hambre, se comieron la comida que había disponible para toda la familia…”, reportó el también director del centro de investigaciones Laboratorio de Ciencias Sociales de la Universidad Central de Venezuela (UCV).

En 2017, el país obtuvo una puntuación de 89 homicidios por cada 100mil habitantes, la tasa de muertes violentas más alta de todo el mundo, según el OVV.

El especialista detalla que el aumento impresionante de asesinatos en manos de funcionarios policiales y militares aparece como la nueva táctica del Estado, que no hace sino recrudecer la violencia en Venezuela.

Según se reseña en informaciones divulgadas a través de El Correo del Caroní, Briceño León fue enfático en indicar que para 2017, todos los días hubo 15 muertes violentas en manos de funcionarios, lo que totalizó 5.500 decesos, de los 26.670 que hubo en todo el año. “Se está institucionalizando una pena de muerte en un país donde no existe legalmente, y aun cuando existiera, debe haber un proceso penal, investigación, aprehensión y luego una decisión”, recalcó. El Estado ha resuelto nombrar estos procedimientos como “resistencia a la autoridad”.

Las ejecuciones no han tenido efectos positivos. La criminalidad en Venezuela sigue en aumento: En el sur de Bolívar se han registrado muchísimas muertes en manos del ejército por “resistencia a la autoridad”. No obstante, El Callao fue el municipio más violento del país durante 2017, según el OVV. “Las masacres no fortalecen la institucionalidad… Los homicidios disminuyen cuando se refuerza el sentido de la ley. Cuando la policía mata, está acabando con la ley”.

Recordó que en El Callao, un municipio de tradición minera al sur de Bolívar, hay una tasa de homicidios de 816%, equiparable solo con la tasa que había en las barriadas populares de Medellín, Colombia, en los tiempos del narcotraficante Pablo Escobar.

“Cuando se reportan 14 o 18 fallecidos en una incursión del Ejército en una mina, pero no hay detenidos ni heridos, hay una intencionalidad clara, abierta y extrajudicial… Las políticas de ‘mano dura’ no disminuyen la criminalidad sino la aumentan, y eso se ve muy claro en los municipios del sur de Bolívar”, recordó Briceño León, lo que confirma una vez más que la explotación de la renta minera –impuesta por el Estado bajo el Arco Minero del Orinoco- genera más que violencia, conflictos armados por el control de los yacimientos.

 

 

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