El cuarto episodio de Game of Thrones trajo mucha crítica por su baja calidad de diálogos y trama inconsistente, según algunos fanáticos empedernidos de la serie de HBO
El cuarto episodio de Game of Thrones trajo mucha crítica por su baja calidad de diálogos y trama inconsistente, según algunos fanáticos empedernidos de la serie de HBO. El capítulo cuatro obtuvo en IMDb un puntaje de 7,1, lo que le coloca directamente como el peor episodio de la ficción. En Rotten Tomatoes la valoración es aún peor y tiene un 61 % de aceptación.
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“Múltiples personajes han traicionado todo lo que hemos llegado a conocer sobre ellos. Aparentemente, por ninguna razón más que avanzar la pesada trama hacia la línea de meta”, escribe Adam Rosenberg para Mashable. Tori Preston, de Pajiba, es fulminante en su crítica: “Fue un episodio largo y frustrante que parecía diseñado para machacar todo lo que te gustaba de la serie”. Barry Hertz, de Globe and Mail, habla por todos al señalar que el problema está en el ritmo del episodio.
Aunque el capítulo contiene un puñado de sorpresas, insertaron giros de una manera que parece apresurada, absurda e insultante. Pero no todo son quejas, el cuarto capítulo de la octava y última temporada también tiene sus defensores, quienes creen que la serie volvió a su esencia.
“Esta temporada nos recuerda lo grande que puede llegar a ser Juego de Tronos. No por sus escenarios o su producción, sino por el poder de su historia”, declara Cristina Vales para Chilango.
Por otra parte, Spencer Kornhaber, de The Atlantic, cree que el episodio “ha recuperado algunas cualidades clásicas de la serie. Con el tedioso ejército de los muertos convertido en polvo, el espectáculo puede, en su recta final, volver a lo que le hizo frande: festines de tensión”.
De todos los comentarios, Andrew Bloom, de Consequence of Sound, dio en el clavo: “Es un episodio lleno de buenas piezas que no siempre encajan entre ellas”.