El envío de remesas en efectivo de Estados Unidos a Cuba entre 2008 y 2018 totalizó 30 milmillones de dólares, lo que convierte este activo financiero en el “salvavidas de los cubanos”, según un informe del Havana Consulting Group (THCG), con sede en Miami.
Por ello, la “mejor arma” con que cuenta la isla caribeña para “contrarrestar” la honda crisis que sacude a Venezuela es su exilio, que hoy “soporta financiera y emocionalmente a la familia cubana”, afirmó en un artículo Emilio Morales, presidente y gerente general de la citada firma, que ayuda a entender el mercado de Cuba y a sus consumidores.
Combinando los dos tipos de remesas, en efectivo y mercancías, la población cubana ha recibido de su diáspora un total de 57.269 millones de dólares en los últimos 11 años, con un promedio de 5.200 millones anuales.
Así pues, las remesas constituyen el principal activo financiero de la economía cubana no solo en volumen, respecto de sectores como el turístico, la minería, el azucarero o del tabaco, sino que suponen el 50,8 % de ingresos de la población cubana.
De hecho, los ingresos totales de remesas tienen más peso en la economía de la isla que el “intercambio comercial conjunto de Cuba con China y Venezuela”, apuntó Morales.
Esta dependencia económica de las remesas crea un “nivel de vulnerabilidad” que el Gobierno cubano “no puede controlar”.
Y lo que es peor, la “escalada de sanciones de EE.UU.” a Cuba en el primer trimestre del año hace pensar que a medio plazo el envío de remesas “podría sufrir una fuerte desaceleración”.
Esto podría agravar aún más la crisis actual de la economía cubana, donde podría tener un peso fatal la “posible intensificación del deterioro de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos en los próximos meses”, con “más sanciones al Gobierno cubano” por parte de la Administración de Donald Trump.
“Esto sería catastrófico para la economía cubana” y actuaría como una “guillotina en el cuello del Gobierno cubano”, pronosticó Morales.
Esta situación se agravaría aún mas con la entrada en vigor del Título III de la ley Helms-Burton confirmada este miércoles.
El Título III permite reclamar en los tribunales estadounidenses propiedades nacionalizadas por el régimen cubano y demandar por daños a compañías extranjeras que han invertido en bienes comerciales expropiados en la isla.