El rojo es detente, el amarillo es pendiente y el verde es avanza, esto es el significados de los colores del semáforo o también sufrieron algún cambio?
Últimamente se torna un momento de suma precaución llegar a cruzar un semáforo; aunque ya antes lo era por responsabilidad natural, hoy por irresponsabilidad de algunos con volante en mano y creyentes de ser dueños de las calles o avenidas de la ciudad.
Actualmente llegar a la intercepción del semáforo es pensar que sufrimos de daltonismo (según la Real Academia Española, Daltonismo es el defecto de la vista que consiste en no percibir determinados colores o en confundir algunos de los que se perciben) y esta opinión es originada por el poco respeto que tenemos a esta autoridad de tránsito terrestre (semáforo), dado que pareciera que los tres colores indican para algunos avanzar sin frenar y/o pensar que otros vehículos tienen la preferencia de avanzar acción que origina que para otros conductores, los tres colores indican detenerse urgente porque quizás viene un “loco del volante” sin sentido común a cruzar y no acatar los colores. Esto sin considerar igualmente los muchos semáforos que hoy están dañados y que ya generan la precaución necesaria del caso.
Trasladarse por algunas calles o avenidas de la ciudad se convirtió en un caos y nos obliga a buscar vías alternas lo que hace que el recorrido sea más largo y de mayor inversión de tiempo al momento de llegar a un sitio determinado, pero toda la responsabilidad no la lleva el mal funcionamiento de los semáforos, la mayor parte se la lleva la desidia social interna con la que hoy recorremos las calles.
El caos vehicular que prevalece en la ciudad, no tiene un origen predominante en decisiones políticas, por el contrario se origina desde nosotros mismos que salimos pensado que solo importan nuestras necesidades.
Transitar en las calles sin semáforos es más de sentido común que hasta de cultura de uso del mismo aparato. En muchos países hay avenidas muy transitadas donde no son necesarios los semáforos, pero esto no convierte en caos la avenida dado que los conductores del vehículo avanzan con respeto para con el otro, sin embargo, cuando alguno de nosotros visita estas primeras ciudades somos ejemplo a seguir en respeto del semáforo, cual ciudadano ejemplar.
Si logramos actuar de esta manera loable, poco a poco transformaremos la ciudad en un lugar más agradable para vivir y visitar.