Lilimar de los Ángeles Herrera (50) y Marlyn Eyelith Mirabal llevaban la droga dentro de su cuerpo. Los alijos les fueron descubiertos el pasado marzo en Táchira
Producto de la acusación formal presentada por el Ministerio Público, fueron condenadas Lilimar de los Ángeles Herrera (50) y Marlyn Eyelith Mirabal a 10 y 8 años de prisión tras admitir su responsabilidad en el tráfico de 64 y 83 dediles de cocaína, respectivamente.
El alijo que portaba Herrera fue descubierto el 28 de marzo del presente año por funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) en el Punto de Atención al Ciudadano de Guarumito, municipio Ayacucho, del estado Táchira.
De acuerdo con la investigación, durante el referido día Herrera transitaba por la referida zona a bordo de un vehículo que recibió una orden de alto para una revisión de rutina.
Al notar la actitud nerviosa de la dama, se le practicó una inspección corporal que no encontró elementos de interés criminalístico.
En tal sentido, debido a la persistencia del nerviosismo de Herrera, le fue practicado un examen de rayos X en la región abdominal; que reveló la presencia de cuerpos extraños en el colon.
Tras varias expulsiones, le fueron contabilizados 64 dediles de cocaína, cuyo peso neto fue de un kilo con 20 gramos. En virtud de ese hallazgo, la mujer resultó aprehendida y puesta a disposición del Ministerio Público.
Durante la audiencia preliminar, la Fiscalía 29ª de Táchira ratificó la acusación en contra de Herrera por la comisión de tráfico ilícito de sustancias estupefacientes y psicotrópicas en la modalidad de ocultamiento.
Una vez escuchada la admisión de los hechos por parte de la acusada, el Tribunal 10° de Control en esa entidad andina dictó la referida condena y estableció su reclusión en la sede del Destacamento 213° de la GNB.
Dentro de su organismo
En el caso de Marlyn Eyelith Mirabal, funcionarios de la GNB le descubrieron los 83 dediles de cocaína el pasado 23 de marzo en el peaje ubicado en Vega de Aza, municipio Torbes, del estado Táchira.
De acuerdo con la investigación, durante el referido día una comisión de efectivos de la GNB en labores de seguridad dio orden de alto a una unidad de transporte que transitaba por la zona, para efectuar una revisión de rutina al vehículo y los pasajeros.
Ante la actitud de nerviosa mostrada por Mirabal durante la revisión de sus documentos, a la dama se le practicó una inspección corporal en la que no se le encontraron elementos de interés criminalístico.
Debido a la persistencia de la actitud nerviosa, la fémina fue trasladada hasta el Hospital Central de San Cristóbal, donde se le realizó una radiografía que reveló la presencia de cuerpos extraños en su organismo.
Posteriormente, se contabilizaron un total de 83 dediles de cocaína por los que Mirabal resultó aprehendida en flagrancia para ser puesta a disposición del Ministerio Público.
En la audiencia preliminar, la Fiscalía 11ª de Táchira ratificó la acusación en contra de Mirabal por la comisión de tráfico de sustancias estupefacientes y psicotrópicas en la modalidad de ocultamiento.
Una vez escuchada la admisión de los hechos por parte de la acusada, el Tribunal 10° de Control en dicha entidad andina dictó la referida condena y estableció su reclusión en el anexo femenino del Centro Penitenciario de Occidente, en Santa Ana.
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