Si el “bolívar fuerte” fuese elemento químico seguramente los padres de la criatura hubiesen ganado el Premio Nobel de Química, por haber logrado la desintegración molecular de sus cuatro propiedades o mejor dicho de sus funciones
El titular de mi artículo surge a propósito de los nuevos rumores de pasillo en los cuales la alta esfera que dirige al ente rector de la política monetaria, se propone maquillar nuevamente su desastrosa gestión como apéndice del régimen y su revolución de las miserias y es que si el “bolívar fuerte” fuese elemento químico seguramente los padres de la criatura hubiesen ganado el Premio Nobel de Química, por haber logrado la desintegración molecular de sus cuatro propiedades o mejor dicho de sus funciones, para no alejarnos tanto de la economía y no acercarnos tanto a la química.
Dichas propiedades son medio de pago cuando el dinero es usado para realizar transacciones; unidad de cuenta como medida de valor de las mercancías (precios); depósito de valor (poder de compra) y estándar de pago diferido (crédito) que se refiere a los futuros pagos establecidos en términos de unidad monetaria. Es que el desastre ha llegado a tales niveles, que hoy por hoy el valor intrínseco del bolívar (billete) en el mercado dobla su valor monetario.
Para que tengamos una idea de lo que estoy tratando de explicar, vayámonos a las cifras del BCV a partir de 2008; en términos nominales la base monetaria que es la creación de dinero primario por parte de este ente, tuvo un crecimiento del 216.060 %; mientras que la liquidez monetaria que es la creación de dinero secundario por parte del sistema financiero nacional a partir de la creación del dinero primario realizado por el BCV, en función del encaje legal establecido por este, tuvo un aumento de 118.467 %, en pocas palabras se cambiaron los papeles, creó más dinero el BCV que el sistema financiero.
En ese sentido la tasa de inflación acumulada en dicho período, debería estar en términos porcentuales muy similares al crecimiento de la liquidez, como consecuencia del crecimiento previo de la base monetaria; la cual según Asdrúbal Baptista en su libro Bases cuantitativas de la economía venezolana en la IV República de 1958-1998 tuvo un crecimiento de 137.885 %; mientras que en la V República revolucionaria 1999-2017 según el BCV, su incremento exponencial fue de 2.698.049 %; en pocas palabras la base monetaria en el lustro 1999-2017 creció 19,57 veces más, que en el lapso 1958-1998; y con en el mismo orden de magnitud la tasa de inflación, por eso estamos como estamos, y ahora vienen nuevamente con el cuento de la reconversión.