Maduro
Muchos se preguntarán con irresistible ironía, si de algo servirán estas nuevas sanciones norteamericanas, si no ha podido observarse con ojos propios algún requiebre ante las anteriores. Las dictaduras que tratan de ser democracia, ataviándose con delirio de las trampas repetidas de una supuesta lucha por un pueblo al que deterioran, no tienen la buena virtud de ser inmunes y mucho menos logran al final del camino, el poder evadir los buenos oficios de los argumentos. Estas decisiones gringas tienen una visión sin preámbulos de tratar de apolillar al notable descaro del Gobierno venezolano con la alocada ocurrencia de la ANC.
Tras intentar de amedrentar de forma individual a los personeros desatinados de este régimen, y más allá de meramente pretender apretujar el tornillo del irrespeto de este burlesco socialismo, logrará de forma devastadora el cercar el ingreso económico a este inconmovible grupo, que no tendrán otra alternativa sino la de utilizar sus propios fondos para solventar los incalculables compromisos de la nación.
Donald Trump, ni corto para las sorpresas y mucho menos perezoso para atronar determinaciones poco diplomáticas, prohibió a las instituciones financieras estadounidenses realizar nuevos acuerdos financieros con el Gobierno venezolano y su principal empresa PDVSA.
Lo más risible ante tan afrenta imperialista, resultó la respuesta del Ejecutivo nacional. Con su desvencijada arenga sin pólvora y su imagen de mandamás cayéndose a pedazos, Maduro anunció con perplejidad otros ejercicios militares con 200 mil efectivos acobardados y misiles antiaéreos en Maracaibo, apuntando la frontera para derribar a sus moscas imaginarias.
Entretanto, Luisa Ortega seguía voceando sus pruebas sin fin sobre las atrocidades de este Gobierno. La fiscal se acicaló como la denunciante viajera y ahora va vaciando el recipiente de sus pruebas en cada rincón del hemisferio, como si rompiese sin dolor la apariencia de cristal de los jerarcas de la dictadura venezolana. ¿Los EEUU seguirán con su plan de derribar la muralla del régimen en Venezuela?
Todo parece indicar que todo lo anterior es el condimento para la emboscada y ya muchos no dan ni media onza por el futuro de Maduro y sus séquitos. Ya los mejores héroes de acción preparan con un chasquido triunfante, su entrada para levantar a medio planeta de sus asientos y entender por qué los EEUU se cansaron de tolerar una dictadura en su continente.