El colapso económico del país, se debe a la implementación de un modelo disfuncional, cargado de políticas económicas retrógradas, y no producto de una guerra económica o bloqueo financiero, nombres con los cuales bautizaron su incompetencia
Cada día que pasa, nos parecemos menos a Venezuela, vivimos en una especie de laboratorio a merced de un científico loco que, después de una serie de experimentos fallidos, logró mutar el ADN democrático de la nación en otra cosa llamada Socialismo del siglo XXI, cuyos efectos aún se desconocen, sin embargo, sólo bastó derramar una pequeña muestra, para llevar al país a un proceso hiperinflacionario.
La destrucción del aparato productivo, propiciada por el régimen de Nicolás Maduro, tiene sus consecuencias, éstas se pueden apreciar en los altos índices de escasez, desabastecimiento, cierre de empresas, desempleo, pobreza extrema, entre otras. El colapso económico del país, se debe a la implementación de un modelo disfuncional, cargado de políticas económicas retrógradas, y no producto de una guerra económica o bloqueo financiero, nombres con los cuales bautizaron su incompetencia.
Nuestro paralelismo con la República de Zimbabue es asombroso, aunque, aún no hemos llegado a una tasa de inflación anual de 89 mil 700 trillones por ciento, donde los precios de los bienes se duplicaban cada 24.7 horas, sí vemos con preocupación, como en nuestro país, semanalmente los precios de los bienes importados y “bachaqueados”, se duplican, impactando el ya irrisorio poder adquisitivo del bolívar.
También es de gran preocupación, como tácitamente se dolariza la economía; los inmuebles, los vehículos, los repuestos y algunas mercancías, ya no se tranzan en bolívares, sino en otras divisas distintas como: el euro, el peso colombiano y el cotizado dólar; la moneda nacional perdió su funcionalidad como medio de pago y se convirtió en una mercancía más, que se vende al 150 por ciento en el mercado informal.
La impresión de billetes de alta denominación no es la solución del problema; entre julio de 2007 y 2008, el Banco Central de Zimbabue, llegó a emitir un billete, actualmente fuera de circulación, de 100 billones de dólares zimbabuenses, pero su equivalencia era igual a un dólar norteamericano. Hoy la moneda oficial de Zimbabue, no es la suya, pues en su economía circulan al menos ocho tipos de monedas, siendo las más populares el dólar norteamericano, el rand sudafricano, el euro, la rupia, el renminbi, la libra esterlina, el dólar australiano y la pula botsuana.
La verdadera solución al problema venezolano, es el cambio del modelo económico, que pasa inevitablemente por el cambio del modelo político; es nuestra responsabilidad propiciar dicho cambio, para dejarle a las nuevas generaciones un país libre y ll
diciembre 7, 2024
