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La Organización de Estados Americanos (OEA) concluyó hoy su sesión de debate sobre la aplicación de la Carta Democrática a Venezuela sin tomar ninguna decisión y con acusaciones de “golpismo” de Caracas, Bolivia y Nicaragua contra el secretario general, Luis Almagro.
Los 34 Estados miembros escucharon el crítico informe de Almagro sobre la crisis social y política en Venezuela, pero no se llamó a votación para decidir si se prosigue con el proceso de la Carta, que podría llevar a una misión diplomática o, en último lugar, a la suspensión del país del organismo.
Así, queda en el aire si este debate se retomará y, en caso de hacerse, cuando sería, porque la sesión de hoy se levantó sin ningún anuncio al respecto.
La canciller venezolana, Delcy Rodríguez, denunció que Almagro “ha dado un golpe de Estado” a la organización y a su país con la sesión de hoy.
Por su parte, el presidente de la Asamblea Nacional (AN), el opositor Henry Ramos Allup, no pudo participar, como deseaba, en el Consejo sobre la activación de la Carta Democrática, cuya aplicación solicitó a Almagro la mayoría opositora en el Parlamento.
Para que Ramos Allup hubiera participado, alguien, un Estado miembro o el secretario general, deberían haber propuesto su participación formalmente al Consejo, que tendría que haber votado acto seguido si lo aprobaba por mayoría de los 34 Estados miembros.
La sesión de hoy se pudo celebrar porque Venezuela perdió la votación inicial para cancelarla. Venezuela perdió por 20 votos frente a 12, y se produjeron 2 abstenciones.
Votaron a favor de que se celebrara la sesión 20 países: Uruguay, Surinam, Paraguay, Perú, Panamá, México, Jamaica, Honduras, Guyana, Guatemala, EE.UU., Costa Rica, Colombia, Canadá, Chile, Brasil, Belice, Barbados, Bahamas, y Argentina.
Votaron en contra San Vicente y las Granadinas, San Cristóbal y Nieves, República Dominicana, Nicaragua, Haití, Granada, El Salvador, Ecuador, Dominica, Bolivia, Venezuela, y El Salvador.
Se abstuvieron Trinidad y Tobago y Santa Lucía.
No obstante, la sesión concluyó sin tomar ninguna decisión, por lo que no se sabe si la OEA proseguirá con el proceso gradual de la Carta Democrática, que podría llevar a una misión diplomática (18 votos de embajadores) o, en último lugar, a la suspensión de Venezuela del organismo (24 votos de cancilleres).