“Los pueblos de las Naciones Unidas, han reafirmado en la Carta su fe en los derechos fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor de la persona humana y en la igualdad de derechos de hombres y mujeres, y se han declarado resueltos a promover el progreso social y a elevar el nivel de vida dentro de un concepto más amplio de la libertad”
En 1948, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), elaboró un legado humanitario, estableciendo que velaría por la libre expresión, y el derecho que debía disfrutar el ciudadano en su propio país, y en el que visitara. Este decreto se refiere a la libertad del individuo como derecho universal. Se concibió un primer artículo donde se confirma el derecho natural que tiene el ciudadano respecto al desenvolvimiento en libertad, de allí la siguiente cita:
“Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos, y dotados como están de razón y consciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.
De este modo, el ciudadano tiene una herramienta para protestar contra cualquier represión o Gobierno, que atente contra tal derecho. La ONU, calificó como un deber urgente, declarar contra el abuso de muchos gobiernos que hicieron posible las devastaciones de la segunda guerra mundial”.
Considerando que: “Es esencial que los derechos humanos sean protegidos por un régimen de derecho, a fin de que el hombre no se vea compelido al supremo recurso de la rebelión contra la tiranía y la opresión; los pueblos de las Naciones Unidas, han reafirmado en la Carta su fe en los derechos fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor de la persona humana y en la igualdad de derechos de hombres y mujeres, y se han declarado resueltos a promover el progreso social y a elevar el nivel de vida dentro de un concepto más amplio de la libertad”.
Es sorprendente cómo el Gobierno venezolano tiene el tupé de pronunciar reclamos en contra de la actuación de la Organización de Estados Americanos (OEA), por boca del presidente Maduro y la canciller Delcy Rodríguez, con relación a la violación de los derechos que nos confiere la Constitución nacional, considerando precisamente la actuación del Gobierno de Venezuela en contra de la libre expresión y de la protesta legal del ciudadano.
Evidenciadas con arrestos arbitrarios de opositores, donde,“los privados de libertad” -eufemismo comunista para presos- son sometidos a torturas físicas y psicológicas, aunado a la imputación de cargos sin evidencias, con testimonios encubiertos y falsos e intervenciones drásticas e ilegales contra los medios de comunicación privados. Todo esto sumado al maltrato contra el pueblo desposeído mediante sistemas de distribución de alimentos, para manipularles, y solapa la dependencia que le imponen para mantenerse en el poder.