
A Jairo
Cerca de 48 horas pasaron para que los parientes de Jairo de Jesús Medina Mendoza, de 20 años, lo encontraran. El joven desapareció en el barrio Armando Reverón el pasado viernes y su cadáver lo reconocieron ayer en la morgue por un zapato y un tatuaje. Sus captores luego de asesinarlo lo carbonizaron en San Isidro.
A las 4.00 de la tarde del pasado lunes terminó la angustia de los Medina. Llegaron a la morgue forense, comentaron a los funcionarios las características físicas del muchacho y de la ropa que cargaba el día que lo raptaron de la casa de su hermana el pasado viernes.
Los responsables del lugar no dieron razón, pero explicaron que adentro había un cuerpo parcialmente quemado. Todo coincidía, no había duda, el carbonizado era Jairo. Era su ropa, el calzado y su tatuaje en el brazo izquierdo.
Los Medina contaron que el pasado viernes en la tarde cuatro hombres llegaron en un Malibú blanco y lo interceptaron cuando estaba en el frente de la vivienda que está en el sector Armando Reverón, donde vivía. Indicaron que tres de los desconocidos se bajaron del vehículo y se lo llevaron a la fuerza. Nadie más supo de él.
Al otro día hallaron el cuerpo en la vía a la Universidad Bolivariana de Venezuela, parroquia San Isidro, en el oeste de la capital zuliana. Sin saber nada sobre el homicidio, los allegados empezaron a recorrer las emergencias de los hospitales sin dar con su paradero. Lo buscaron hasta el cansancio. Nunca lo encontraron.