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Diego Mora, director de la Unidad Nacional de Protección (UNP), cuya hija de 11 años fue liberada el sábado por sus captores tras dos días de secuestro, descartó en declaraciones divulgadas ayer que el rapto sea una venganza por su labor como alto funcionario del Gobierno colombiano.
“Esto no tiene absolutamente nada que ver con lo que venimos haciendo en la Unidad Nacional de Protección y esto es un tema de delincuencia común, al parecer”, declaró a la prensa pocas horas después de recoger a su hija, liberada este sábado en una carretera del noreste de Colombia.
La UNP es una entidad adscrita al Ministerio de Interior encargada de la seguridad de funcionarios, así como de líderes sociales, periodistas y defensores de derechos humanos amenazados.
Mora asumió el cargo el pasado enero y, según medios locales, había destapado recientemente varios casos de corrupción, como el uso de vehículos de la entidad para transportar gasolina de contrabando desde Venezuela.