Se encontró una nueva forma de ADN humano llamada i-motif, la cual es semejante a un nudo retorcido con cuatro cabos y parece influir en la interpretación del ADN y la biología celular
Los científicos descubrieron una estructura de ADN semejante a un nudo retorcido de cuatro cabos, la cual parace influir en la decodificación del ADN y está descrita en la revista Nature Chemistry. La forma genética se llama i- motif y no es común de conseguir en las células humanas vivas. Por ello, es importante en los estudios de la biología celular.
El ADN en forma de nudo solo se encuentra en una región del genoma en donde los pares C se mezclan no se mezclan con pares G sino con otros pares C, este fenómeno se descubrió en los años 90, pero se le sometió a unas condiciones de elevada acidez en el laboratorio que no ocurren en el interior de una célula viva. No obstante aparecen en otros entornos.
Los investigadores desarrollaron un anticuerpo rastreador de estos nudos en el genoma y en otras condiciones al identificarlos con una sustancia inmunofluorescente para medir con cuanta frecuencia aparecen. Pues, suelen formarse o desaparecer según el grado de acidez del entorno.
La estructura de nudo suele presentarse en regiones en las que se manifiesta si ciertos genes del ADN se expresan o no. Los nudos en el estudio convierten en un interruptor que regula la expresión genética. Las formas detectadas de A, Z o cruz no cumplen un propósito específico y pueden existir dentro de las células humanas. Por ello, no se conoce la función determinante de la forma i-motif en la genética.
La estructura doble hélice, que permite la interpretación del ADN, posee bases nitrogenadas de adenina (A) forman pares con la tiamina (T), mientras que la citosina (C) hace lo propio con la guanina (G). Estas bases se estructuran una sobre otra retorciéndose en dos hileras de glucosa y fosfato para formar una elegante escalera en forma de doble hélice. Esa estructura juega un papel determinante en la síntesis de proteínas según la reseña del medio Univisión.
Rosalind Franklin, James Watson y Francis Crick descubrieron la retorcida estructura del ADN en 1953 para inaugurar la era moderna de la biología molecular. El estudio de esa estructura permitió desentrañar los misterios del código genético, pero el estudio de estructuras no se ha completado aun ni con la aparición del i-motif.
“En 2013 se descubrió una estructura llamada ADN G Cuádruple, pero su función exacta sigue siendo objeto de estudio. Lo que está claro es que el descubrimiento prueba una cosa: nuestro ADN aún esconde muchos misterios”, reseñó Nature Chemistry.