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Las puertas de la emergencia del ambulatorio urbano III La Victoria tenían 10 minutos abiertas cuando un desconocido entró, fingió malestar estomacal para engañar a la enfermera de guardia y someter al resto del personal y pacientes.
A las 5.30 de la mañana, el equipo de vigilancia interna abrió el acceso a los visitantes, pero al poco tiempo, en la avenida 78 de la urbanización La Victoria se estacionó un Chevrolet Aveo azul y de allí bajó el impostor.
“Pidió que lo atendiera rápido porque supuestamente le dolía mucho la barriga, le dije que se sentara para tomarle la tensión y cuando ajusté el tensiómetro, me mostró una pistola que tenía oculta en su pantalón, me dio una cachetada y me dijo que lo llevara adonde estaba la doctora de guardia”, contó una de las víctimas.
Aún nerviosa, la enfermera recordó que el asaltante los obligó a caminar a las personas, entre empleados y pacientes, que se encontraban en el ambulatorio. Los encerró en la habitación de descanso de los médicos y los obligó a desnudarse y a entregarle tres estetoscopios, tres sellos húmedos de los médicos, el dinero en efectivo y los celulares. Cerró la puerta de la instalación y huyó en el Aveo.
Las víctimas se vistieron y corrieron por ayuda. Dos horas tardó la Policía regional en llegar a la institución. Al asaltante lo describieron como un hombre joven, alto, de contextura gruesa; vestía una camisa, un pantalón y zapatos negros.
Oídos sordos
Los trabajadores denunciaron que diariamente los pacientes los amenazan por la falta de suministros médicos. Además de eso deben soportar los robos constantes.
“Hemos hecho la petición a los funcionarios para que designen equipos de patrullaje en toda la parroquia Caracciolo Parra Pérez, pero no recibimos respuesta. Por aquí atracan mucho”, acotó una empleada.
Meriyen Escalona, coordinadora municipal de Salud, expresó la necesidad de vigilancia inmediata que requiere el ambulatorio y hace un llamado a los organismos competentes para reforzar la seguridad y el patrullaje en el sector.
Azotados
Hania Salazar, presidenta del Colegio de Enfermeras, denunció que los centros de salud son constantementes azotados por el hampa en Zulia. Entre los más afectados por la delincuencia tenemos al Hospital Chiquinquirá de Maracaibo, el Hospital Psiquiátrico, el Materno Infantil de San Francisco, el Hospital Raúl Leoni y el Hospital Universitario.